A pocas semanas del inicio del año escolar, los niños retornaron al confinamiento estricto debido a la segunda ola del COVID-19. ¿Cómo explicarles a los más pequeños de la casa esta situación? ¿Qué consecuencias podría traer el confinamiento para ellos?
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-Hablar sobre lo que sienten-
Para Malka Slocovich, sicóloga con más de 20 años de experiencia de trabajo con niños, es importante que los padres comuniquen a sus hijos las medidas que van a tomar las medidas para que ningún miembro de la familia se enferme.
Señala que hay que saber manejar adecuadamente la información que los pequeños reciben de todos lados, como de muertes y familiares que se han contagio del COVID-19. Slocovich advierte que actualmente se ven más casos de niños estresados, irritables, apáticos y con trastornos del sueño.
“Lo que yo recomiendo es hablar sobre lo que ellos sienten, primero respetarlos como personas, así sean pequeñitos, ellos merecen explicación siempre. Escucharlos sobre sus frustraciones y sus tristezas. Hay un sentimiento de pena, de tristeza, que no lo podemos pasar por alto. Debemos aceptar esos sentimientos, existe la tendencia a taparlos, les decimos cosas como: ´no te sientas así, mira vamos a ver tal programa’ o ‘mira, vamos a hacer otra cosa’”, explica la sicóloga en diálogo con Gestión.
Slocovich también resalta la importancia de darles mucho afecto a los niños, sobre todo a través del contacto físico, por ejemplo, con los abrazos. Permanecer junto a ellos también es importante, sobre todo para los más chicos.
“Hay que transmitirles esperanza. Decirles que este virus está demorando en irse, pero que esto va a pesar. En la forma en que los padres y los adultos manejen esta situación es un modelo importantísimo y vital porque es lo que le transmitimos a los niños”, añade.
Sobre el inicio de clases, la sicóloga recomienda: “Con los más pequeños se debe trabajar con un calendario en el que expliquemos cuáles son los meses que no irán presencialmente al colegio. Con el niño más grande se puede conversar mucho más e incluso pedirles sus opiniones, ahí estamos abriendo también el camino para hablar de sus emociones”.
-Una buena actitud-
De otro lado, Tito Gutiérrez, terapeuta ocupacional, indica que este estilo de vida que inició en la quincena de marzo de 2020, y que nos ha acompañado todo ese año, y que sigue en lo que va de 2021, causó al principio incertidumbre y, en algunos casos, hasta desesperación.
“No obstante, ha dejado grandes aprendizajes de vida: nos ha enseñado que tenemos la capacidad de reinventarnos o adaptarnos ante situaciones difíciles, hemos aprendido a convivir, jugar, pasar tiempo juntos, ser creativos, involucrarnos y disfrutar las actividades cotidianas, a planificar y organizarnos y, muchas veces, con nuestros hijos”, dice.
“Quiero recordar a los padres la importancia de seguir manteniendo la calma y la buena actitud, ya que eso será transmitido a sus hijos; además, es vital mantener la comunicación y ayudarlos a que puedan expresar y manifestar su aburrimiento, disconformidad y malestar frente a la situación, que puedan reconocer lo que sienten, que comprendan que ello es natural y que probablemente muchos sientan lo mismo”, aconseja Gutiérrez.
-Decorar el ambiente-
Adriana Vílchez, docente embajadora de Perú de la organización de educación global Participate Learning en EE.UU., recomienda que los niños no tengan ningún tipo de contacto con las computadoras y que las horas con las tablets o dispositivos electrónicos sean las mínimas.
Para Vilchez es importante que en estas semanas los padres junto a sus niños decoren los ambientes que servirán para las clases como a los pequeños les guste. “Ahí hay que colocar los materiales necesarios a la mano para que no se estén parando a cada rato, explicarles que ese va a ser su nuevo ambiente y que no es solo él quien está pasando por esta situación”.
“Lo principal es tener una estructura de lo que va a pasar durante el día, un horario establecido. Tener una rutina desde la hora que se levantan. Que puedan conversar con sus amigas, hacer un zoom para conversar, hacer las tareas juntos. A partir de la quincena de febrero pueden empezar a levantarlos temprano”, señala.
Dato:
El Ministerio de Salud informó que atendió más de 70 mil consultas relacionadas a la salud mental entre marzo y junio del 2020; en su mayoría, casos de estrés, ansiedad y depresión que afectan también a niñas, niños y adolescentes.