Después de 12 años dedicado a la fotografía y de ser parte de exposiciones en Nueva York, Montevideo e Itoshima; Cristias Rosas decidió que era el momento de desarrollar su propio espacio cultural. “Con Phuyu quise representar a los artistas que, a lo largo de mi vida, he admirado y conocido. En abril lanzamos la web y redes sociales como base e inauguramos el local en septiembre”.
La galería Phuyu —que se pronuncia “pu-iu” y significa “nube” o “neblina” en quechua— se ubica en el Retiro, uno de los barrios más turísticos del este de Buenos Aires y donde convergen distintas galerías de arte. En palabras del investigador y filósofo Alfredo Pachecho, “la galería es un espacio donde no se parte de objetos legitimados que corresponden a «lo que funciona» (según las expectativas, los nichos o lo que repite fórmulas comunes). En cambio, es donde se encuentran tales indagaciones expresivas, como flujos que se suman.”
Su primera exhibición es “Confluencia”, una muestra colectiva que reúne a 16 artistas de 8 países distintos. “No diría que es una galería de arte exclusivamente latinoamericano porque contamos con la presencia de dos autoras europeas en esta muestra, pero es innegable el arraigo que tenemos en la región respecto a los temas y problemáticas que se exploran o la estética del lenguaje visual”.
Cuota peruana
Para Rosas, que aparte de ser director de la galería ha trabajado como curador de la muestra de apertura, el arte peruano despierta mucho respeto e interés del público argentino. “Phuyu es una especie de caballito de Troya de arte peruano en Buenos Aires”.
Esta muestra incluye a Santiago Bustamante, Carolina Cardich, Andrea Gianella, Shanery Obeso, Dante Pineda, María Fé Romero, Verónica Serna y dos fotografías del propio Rosas.
Aunque la muestra tiene una sólida presencia de pintores, la mayoría de piezas son fotográficas de técnicas tan variadas como collage, analógica, polaroid o foto aérea. Asimismo, los temas abarcan desde problemáticas sociales hasta conflictos familiares.
Oportunidades
Vivir exclusivamente del arte es un reto en cualquier lugar, pero cada país ofrece distintos retos y oportunidades. Por ejemplo, en Argentina existe el Colectivo Meridiano, que es la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo. Se trata de una asociación profesional que representa los intereses de los galeristas y artistas y los revalora como agentes culturales diseñando políticas públicas que fortalezcan las artes visuales.
“Al pagar una pequeña cuota perteneces al gremio y entras al circuito: organizar tours de galerías con coleccionistas y compradores en el que tu galería es un punto de visita”, señala Rosas. Por más que en Perú existen iniciativas y colectivos con el mismo interés, ninguna llega a dar el mismo nivel de visibilidad.
“Es complicado hacer un comparativo económico con Argentina porque hay un doble cambio, el oficial y el de la calle, y se distorsionan los cálculos, pero como peruano los costos sí juegan a mi favor”. Para el galerista, no solo los costos involucrados en la creación de las piezas (impresión, enmarque o papel) son más económicos allí, sino que el alquiler del espacio, en términos de dimensión y ubicación, sería inasequible en la capital del Perú.