En este sentido, si no aprendemos a calibrar las fuentes de luz, la retroiluminación es una desventaja frente a las pantallas que se iluminan con luz indirecta, como la tinta electrónica o el papel.
En este sentido, si no aprendemos a calibrar las fuentes de luz, la retroiluminación es una desventaja frente a las pantallas que se iluminan con luz indirecta, como la tinta electrónica o el papel.

A raíz de la popularidad de los libros digitales y las ventajas del e-book, surgió la pregunta de cuanto daña a la vista la actividad constante de leer en aparatos electrónicos como una Tablet, un Kindle o en tu celular. Si bien es cierto que todo dependería del tipo de luz e intensidad que emane cada aparato, los expertos señalan que en efecto, la luz emitida puede ser dañina.

Las luces de las pantallas son dañinas en la medida que puedan provocar alteraciones en nuestros ciclos vitales, pero sobre todo, en que si no son reguladas a nuestro espectro de visión, pueden causar fatiga visual.

Los oftalmólogos explican que al visionarnos frente a las pantallas de un dispositivo móvil, nos topamos con dos fuentes de luz distintas: la luz directa que emana de la pantalla y la otra luz indirecta del entorno. La luz indirecta puede crear distorsiones que obliguen a nuestro ojo a realizar un sobre esfuerzo, ya sea porque esta luz es muy intensa o porque es apenas perceptible, de modo que se termine con sus síntomas característicos como cansancio, escozor y sequedad ocular, dificultad de enfoque.

"En este sentido, si no aprendemos a calibrar las fuentes de luz, la retroiluminación es una desventaja frente a las pantallas que se iluminan con luz indirecta, como la tinta electrónica o el papel", explica la optometrista Marina Ugart, en una nota de la web del Foro Mundial Económico.

Acondicionar nuestras pantallas
Como medida para prevenir la fatiga, es conocer nuestro aparato e ir probando con el brillo y contraste continuamente hasta lograr que nuestra visión puede leer cómodamente.

Cada persona tiene un óptimo diferente, por lo que un abuso de una mala luz puede causar fatiga visual. Además, está el tema del parpadeo: cuando leemos en una pantalla, parpadeamos veinte veces menos por segundo que cuando leemos o visionamos algo atención reducimos la frecuencia a cinco veces por segundo, con lo que el ojo se expone a una mayor sequedad.

TAGS RELACIONADOS