Antes de hacerle frente a sus partidas más importantes, Diego Flores Quillas tiene una cábala. “En los torneos te entregan una plantilla en la que debes anotar tu nombre completo, el de tu contrincante, la fecha y la ronda. Antes de que inicie la partida lo único que pongo es mi nombre y espero que el juego esté avanzado para llenar el resto de datos”, cuenta Diego con una sonrisa.
“Parece algo muy pequeño, pero ver solo mi nombre en la plancha me da seguridad”.
Este particular ritual jugó a su favor en la última edición del Campeonato Panamericano Sub-20 de Ajedrez, que tuvo lugar en Colombia durante la última semana de agosto. Diego se convirtió en el campeón panamericano y recuperó el primer puesto de la categoría juvenil en el continente americano.
En la tabla final se enfrentó al favorito del torneo, Maximillian Lu, quien con menos de 10 años se convirtió en el maestro más joven en la historia del ajedrez estadounidense.
“Ha sido uno de los torneos más retadores de los que he participado, estoy muy contento de haberme mantenido invicto”, añade Diego.
Escuela de campeones
El torneo reunió a más de 70 ajedrecistas, muchos de ellos titulados. Aunque países como Estados Unidos, Costa Rica o Colombia están mundialmente consolidados en el deporte ciencia, Perú es considerado una potencia global del ajedrez escolar.
Sin ir más lejos, en el Campeonato Mundial Escolar de Ajedrez realizado en Panamá a mediados de este año, Perú fue el único país latinoamericano que consiguió medallas de oro y lideró el tablero de ganadores.
“Afuera nos tienen mucho respeto”, agrega el campeón.
Red de apoyo
“Mi familia es la que no me permite tirar la toalla cuando no consigo los resultados que espero”, confiesa Diego. Aunque no puede evitar decepcionarse cuando no se lleva a casa algún título, sus padres y sus hermanos siempre están allí para subirle los ánimos y demostrarle que nada podría quitarles el orgullo que sienten por él.
Otro soporte importante es su colegio, el Saco Oliveros, que impulsa el desarrollo del ajedrez y es semillero de talentos.
Metas
El adolescente sabe que, para muchos, el ajedrez es un deporte lento y aburrido, pero él sabe que su tablero esconde un desafío que toma tiempo dominar y una de las claves de su formación: la perseverancia.
“El ajedrez me ha ayudado a ser disciplinado, en todas las partidas hay un reto”. Cuando no está practicando nuevas jugadas o viajando a campeonatos, Diego disfruta mucho de leer libros de fantasía o ciencia ficción y la saga de Harry Potter es su favorita. Es quizás esta pasión la que lo tiene inclinado a estudiar letras.
“Este año acabo el colegio y sé que el ajedrez me puede abrir las puertas de universidades internacionales, pero todavía no he decidido dónde voy a estudiar. Antes quiero conseguir algunas metas con el ajedrez, queda un largo camino por recorrer para conseguir el título de Gran Maestro”, concluye.
EL DATO
Trayectoria. Diego Flores se hizo con la medalla de bronce en el Mundial de Brasil 2014 y el año siguiente ganó su primera medalla de oro en el Panamericano de Colombia. El 2021 conformó la selección que logró el subcampeonato por equipos en el Mundial de Dubái y este año se hizo acreedor de la presea de oro en el Panamericano de la Juventud realizado en Uruguay.