Cuando Serena Williams alcanzó su primera victoria en el US Open en 1999, la mujer que se convertiría en su admiradora y más tarde le arrebataría el título de Grand Slam era solo una niña de dos años.

Su nombre es Naomi Osaka y, con apenas 20 años, se ha erigido como la primera representante nipona en consagrarse en la competición de la ITF (Federación Internacional de Tenis, por sus siglas en inglés).

Y aunque en el podio no evitó romper en llanto ante los abucheos que terminaron en aplausos, tras la intervención de Williams, su victoria empañada por un ambiente enrarecido no dejó de ser significativa.

Carrera en ascenso

Dueña de un servicio veloz y potente, junto a una gama de golpes sofocantes, Osaka, nacida en Japón pero criada en Estados Unidos por lo cual no habla el nihongo, alcanzó el sueño de enfrentarse contra su ídolo.

El sueño además fue en el escenario estadounidense más grande del tenis y, mejor aún, la venció, convirtiéndose en la nueva estrella de la raqueta.

Como temprana amante del tenis, Osaka solía asistir al emblemático estadio Arthur Ashe para presenciar los partidos de sus atletas favoritos, aunque para ella ninguno más legendario que Williams, quien también fue guiada por un padre convencido en que tendría un futuro auspicioso.

La joven quería modelar su juego y tomó al excompañero de Williams, Sascha Bajin, como entrenador y, ahora, uno de los artífices de su eclosión.

“Naomi necesita tener una mentalidad más agresiva […] así que estamos trabajando para asegurarnos de que algún día sea dueña de la cancha como Serena”, dijo días atrás al site WTA.

Convertida en jugadora profesional desde el 2013, Osaka venció a la campeona Angelique Kerber en la primera ronda de US Open en el 2017 despertando la atención del mundo.

Siguiendo esa estela, tan solo durante el último año ganó varios partidos contra atletas ya consolidadas, como las otrora N°1 Maria Sharapova y Karolína Plíšková.

Hasta el sábado, su mayor título fue en marzo al obtener la victoria en Indian Wells donde venció de manera contundente a la actual lideresa del ranking, Simona Halep. A ello le seguiría su primer encuentro con Williams quien cayó en primera ronda en el Abierto de Miami.

Técnica y temple

La técnica de Osaka ha sido equiparada con la de Williams desde el portal oficial US Open, que deja entrever así que la nipona podría convertirse en sucesora de la campeona de 23 torneos de Grand Slam: “Su juego es en cierto modo una reminiscencia de la antigua empleadora de Bajin (Serena), aunque él insista en que lo único característica común es su cabello”.

Quizá no en vano haya recibido el apelativo de “Serena japonesa” por su agresividad para dominar a los rivales.Más allá de que su figura haya surgido en un deporte que necesita estrellas frescas, Osaka ha destacado como una tenista impasible en medio del drama.

Según señalan desde WSJ, Naomi no quedó boquiabierta, como a veces lo hacen los jugadores jóvenes, ante la imponente figura de su ídolo, sino que se resolvió ganar.

Ella puso a Williams sobre las cuerdas desde el inicio y se mantuvo firme incluso cuando su contrincante arremetió contra el árbitro. “Un novato podría haberse derrumbado en medio de todo ese drama”, pero Osaka mantuvo firmeza.

“Cuando entro a la cancha, me siento una persona diferente: ya no soy fan de Serena, solo una tenista jugando otro tenista”, confesó Osaka a su hermana minutos antes de salir a la cancha, según The Independent.

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