Después de pasar por el mundo de las telecomunicaciones, del consumo masivo y el pesquero, María Elena Bernal se sentó a preguntarse: “Quiero cambiar de ambiente, pero ¿a dónde quiero ir?”. Había leído que estaba por venir el boom minero, así que decidió tocar puertas. No tenía ningún vínculo que la conectara, solo ganas de aprender.
Su primera entrevista la recuerda como una experiencia dura. “El entrevistador me dijo: esta posición es para entregarse al 100% y yo no sé si con el tiempo que le dedicas a la docencia vas a poder cumplir con el perfil”, cuenta Bernal. Su boca decía “tiene mi total compromiso para cumplir retos y jornadas”, mientras su cabeza repetía “aquí se frustró mi ingreso al sector minero”.
Y sin esperarlo, ahora tiene 15 años de trayectoria y actualmente es directora de contratos de Las Bambas, donde dice haber visto de todo, pero “luego de pasar por situaciones tensas, es momento de pasar la página”.
EMBARAZO
Incluso, con cinco meses de embarazo, Bernal no dejó de visitar la mina. Bajo la indumentaria ancha escondía su crecido vientre. No quería un trato diferencial, explica, por eso no lo mostraba. Así, tuvo que visitó un depósito de residuos. Dijo que sí porque era necesaria la inspección, pero los olores no eran los mejores y se tuvo que aguantar las náuseas.
Con nervios y haciendo respiraciones, decidió subir también a un helicóptero. “Mi mensaje es que la maternidad es solo una etapa, no tienen por qué mirarte diferente por ella. Siempre hay alguna molestia, pero no concebía un descanso médico”, relata.
OTRAS PASIONES
Viajar y coleccionar recuerdos en miniaturas de los lugares que visita son actividades que disfruta Bernal. Pero hacerlo con menos frecuencia durante la pandemia provocó que se conectara con tareas más sencillas como salir al parque o pasear en bici con sus hijos. “Disfrutar con mis seres queridos es mi principal hobby”, dice.
Los viajes familiares, al menos una vez al año, hacen posible unir esas dos pasiones. “Es una oportunidad de ver diferentes culturas, de abordar diferentes situaciones y ofrecerle a mis niños ese intercambio de culturas”, explica Bernal.
Su lugar favorito hasta ahora ha sido Holanda, sobre todo sus jardines de tulipanes. Antes de conocerlos, no concebía su existencia. Pero también una sociedad abierta y sin prejuicios es lo que cree que la atrajo también. Pues lo que quiere Bernal es que sus hijos conozcan un mundo más allá del Perú.
De hecho, le alegra que uno de ellos mostrara interés por aprender chino, un idioma en el que ella tuvo que capacitarse por su trabajo. “He estado en cuatro procesos de compra y para poder relacionarme con el entorno chino la empresa nos dio facilidades para estudiar el idioma”, cuenta.
LA CULTURA CHINA
¿Qué admira de la cultura china? “El jefe de mi jefe es de China y es una persona muy de normas, de competencias. Esto es lo tuyo y no puedes meterme en las competencias del otro”, responde Bernal, quien considera que al peruano le gusta ir por el camino rápido.
Claro que aprender chino no es fácil. “No se parece a ningún sonido, como al menos el portugués”, admite la también directora de WIM, entre risas.
EN CORTO
Kallpa Warma. María Elena Bernal cuenta que este programa de liderazgo de WIM Perú está orientado a jóvenes recién egresadas y busca darles información técnica y habilidades blandas para el sector minero. De 304 postulantes, fueron seleccionadas 30.