Seis meses después de su primer encuentro digitalizado, la pasarela parisina reabre sus puertas mañana, martes, en un encuentro virtual donde más de 70 marcas presentaran hasta el próximo domingo sus propuestas para hombre para la temporada otoño-invierno 2021/2022 en una plataforma de vídeos en línea.
A petición de la prefectura de policía de París, ninguno de los desfiles de esta Semana de la Moda podrá acoger público, lo que ha llevado a la Federación de Alta Costura y Moda, organizadora del evento, a ceñirse a las redes para difundir las nuevas colecciones de sus socios.
Los compradores, periodistas y otros trabajadores de la industria, tradicionalmente en la primera línea de las pasarelas, habrán de conformarse con la pantalla de sus ordenadores y la web de la Federación, donde se sucederán cada hora las presentaciones.
La mayoría de las casas se han decantado por pequeños vídeos artísticos de pocos minutos de duración, un formato al que se van adaptando tras la experiencia de junio, cuando las condiciones sanitarias obligaron por primera vez a la Federación a convocar un encuentro totalmente virtual.
Las grandes “maisons”, como Louis Vuitton, Dior, Hermès o Rick Owens, pero también el menos conocido diseñador taiwanés Angus Chiang, han optado en cambio por un desfile transmitido en directo.
En esta ocasión, hasta tres diseñadores españoles han sido seleccionados por la Federación para integrar el calendario oficial.
Oteyza, emblema de la moda lenta y del trabajo artesanal, que participó ya en el 2020, presentará su colección este martes, así como dos jóvenes promesas de la moda española, el asturiano Arturo Obegero, que mostrará sus creaciones el sábado, y desde Barcelona Alled-Martínez, el domingo.
En el lado español, pero ya en enseñas más establecidas, Loewe desfilará el sábado.
Durante la semana mostrarán también sus diseños firmas de renombre como JW Anderson, Issey Miyake, Jil Sander, Emmanuel Ungaro, Dries Van Noten, Yohji Yamamoto, Lemaire, Isabel Marant y Thom Browne, entre las más destacadas.
ADAPTARSE O MORIR
Con esta Semana de la Moda hombre, a la que sucederán el próximo lunes cuatro jornadas de desfiles de Alta Costura (también en línea), suman ya cuatro las convocadas a través de internet.
En marzo del 2020, el golpe inicial de la pandemia en Italia forzó a finales de febrero un cierre anticipado de la pasarela de Milán, donde algunos diseñadores acabaron por celebrar sus desfiles a puerta cerrada.
De ahí, la industria de la moda viajó hasta París donde en un ambiente de total normalidad, antes de que el uso de mascarillas fuera obligatorio, se sucedieron cerca de un centenar de desfiles en aglomeraciones de cientos de personas, pocos días antes de que Francia impusiera un estricto confinamiento que duró casi dos meses.
Ese ambiente festivo y despreocupado quedó ya atrás: los desfiles de moda hombre y alta costura de junio y julio se celebraron de manera virtual, mientras que los de mujer, en septiembre, se alternaron entre vídeos digitales y algún desfile presencial con aforo muy limitado.
Con la esperanza puesta ahora en que la Semana de la Moda de prêt-à-porter para mujer en marzo pueda acoger algunos eventos presenciales, los diseñadores deben conformarse por ahora con este formato limitado.
Un cambio que está acelerando la demanda de jóvenes diseñadores de aceptar una moda más concienzuda y artística, donde la calidad importe más que la cantidad, y con vídeos que son capaces de transmitir en pocos minutos el universo de la firma sin perder el tiempo en la a menudo complicada y costosa organización de desfiles.
A cambio, se pierden los contactos y negocios que salen de los numerosos encuentros privados y fiestas al margen de los desfiles, la parte más divertida y productiva de estas reuniones.
El próximo lunes, cerca de cuarenta firmas tomarán el relevo para mostrar sus exclusivas y artesanales creaciones de Alta Costura, para la primavera-verano 2021, que tras un año de encierros y mascarillas y con los grandes eventos de alfombras rojas anulados, deberán de defender su capacidad de seguir haciendo soñar.