Aunque son varias las plataformas que comparten el imperio de tráfico en Internet, Netflix ostenta el reinado. La plataforma de video en streaming es la que más datos demanda: concentra el 15% de las conexiones, con lo cual figura dentro de las diez aplicaciones más consumidas en todas las regiones.
“Su gran volumen de datos lo convierte en el sitio líder para ver videos”, se cita en el informe “The Global Internet Phenomena Report”, de la compañía canadiense Sandvine. YouTube le pisa los talones, aunque la excepción se da en Norteamérica, donde Amazon Prime es más popular.
El contenido audiovisual es, por tanto, clave. Solo las plataformas de video representan más de la mitad del tráfico de datos: un 58%.
La fuerza de la diversidad
El reporte destaca asimismo que tanto los juegos online como la descarga de archivos se están convirtiendo en una fuerza cada vez más preponderante en volumen de datos.
“La Internet es más diversa que nunca”, dice el reporte.
Netflix, YouTube, Facebook y BitTorrent son fuentes de tráfico históricamente importantes, pero ahora el panorama se ha ampliado.
Las variaciones crean un nuevo principio para operadores de redes. Por un lado, los juegos ofrecen cada vez más una buena experiencia móvil y están diseñados bajo el concepto de ubicuidad; por otro, la actividad de compartir archivos no ha cesado.
El informe revela que los usuarios siguen recurriendo a la piratería, sobre todo si para obtener contenido se hace necesario pagar múltiples suscripciones o se arriesgan a spoilers en caso de que una serie esté disponible días más tarde a su región.
Asimismo, los eventos en vivo comienzan a tener efecto notable en redes sociales. La Copa del Mundo y el Super Bowl generan picos en todo el mundo, superando a YouTube y otras aplicaciones.
Conexiones más seguras
Lo más positivo que detecta el reporte es que la mayoría del tráfico está encriptado: por arriba del 50%. Y las estimaciones señalan que seguirá creciendo.
Esto significa que más aplicaciones están aprovechando las conexiones seguras de extremo a extremo. E inclusive con una visión conservadora el tráfico TLS (Transport Layer Security) ha crecido. Lo que evidencia un cambio a un protocolo más seguro que SSL (Secure Sockets Layer).
Es decir, los consumidores, tienen más privacidad. Esto no los protege de ataques o violaciones de datos, pero al menos garantiza que su tráfico no pueda ser “leído” por ningún usuario que acceda al tráfico web, sobre todo por el uso creciente de wifi pública.