Cuando en los años 20 José Carlos Mariátegui retornó a Lima alimentado por la fuerza de los movimientos obreros europeos y el ánimo exploratorio de las nuevas vanguardias artísticas, comprendió el potencial de las publicaciones periódicas como medio de difusión de ideas y discusión.
Esta convicción lo condujo a fundar la célebre revista Amauta. Hoy, su legado es eje de “Redes de vanguardia: Amauta y América Latina 1926 - 1930”, que va desde mañana hasta el 22 de setiembre en MALI.
Propuesta narrativa
La muestra escapa de una visión panorámica para centrarse en cómo desde nuestra capital la revista consiguió generar una nutrida red de diálogos, intercambios y colaboraciones en toda América Latina.
Pues Amauta significó una plataforma de debate internacional a nivel político, social y cultural. Sus comisarias, Beverly Adams (Blanton Museum of Art de la Universidad de Texas) y Natalia Majluf (MALI) plantean “recuperar capítulos olvidados del arte de la década de 1920” y rescatar la “mirada plural de Mariátegui”.
Piezas inéditas
Bajo esta premisa, se exhibirán algunos ejemplares de Amauta, con cerca de 300 piezas entre pinturas, esculturas, fotografías y grabados, que dialogarán con cubiertas, editoriales y cartas a su director.
“Es la primera exposición importante sobre vanguardias de la primera mitad del siglo XX que se haya presentado en el Perú y que exhibe además obras de artistas que no se han visto antes”, sostiene Majluf.
Y es que Amauta no solo reseñó la obra de personajes como Martín Adán, Jorge Luis Borges o César Vallejo, también reunió trabajos de muralistas mexicanos o artistas argentinos asociados al realismo social.
Es de este modo que se podrá observar desde una pintura de Diego Rivera hasta obras inéditas del muralista Carlos Mérida o del pintor francés Jean Charlot, quien compartió la causa de los bolcheviques.
“Es interesante cómo Mariátegui imaginó la posibilidad del arte comprometido a nivel político, y a la vez asociado a las ideas más avanzadas de la plástica de su tiempo”, dice Majluf.
Adams destaca, de su lado, la presencia del “Varayoc de Chincheros”, de José Sabogal. Artista que estará también presente en un espacio dedicado al indigenismo, donde resalta, por ejemplo, Julia Codesido.
Financiamiento
Tras su paso en Madrid, “Amauta” se quedará en Lima hasta setiembre. Después de lo cual irá a México y Estados Unidos. La itinerancia de la muestra concluirá de manera permanente en mayo del 2020.
El proyecto como tal recibió el apoyo del Ministerio de Cultura, así como de PromPerú en el marco de ARCOMadrid, no obstante, según Majluf, para su producción en Lima se contó con el soporte del Proyecto Amil, de Juan Carlos Verme, a lo que se sumaron otros donantes internacionales.
“Amauta es uno de los proyectos más complejos y costosos que (MALI) ha llevado a cabo, quizá junto con Nazca: son muy duros de financiar”, puntualizó la curadora.
60 mil visitantes
Tendría "Amauta" en Lima. Se proyecta que, al menos, medio millón de personas interactúen con la muestra en todo el circuito que concluirá en EE.UU. La idea inicial del proyecto se remonta tres años atrás. Hoy su proyección incluye piezas de colecciones privadas, Archivo Mariátegui, etc.