Arco
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“Chola Power”, es la frase que se lee en una ilustración de llamativos colores y tipografía creada por Elliot Túpac que ha irrumpido en una calle madrileña. Y es la prueba irremediable de que el arte peruano contemporáneo ha llegado para conquistar a nuevos públicos a través de una feria emblemática: ARCOmadrid.

Como país invitado, el Perú estará bajo reflectores. Con lo cual presentará hasta este domingo 3 las obras de 24 artistas en un espacio que no tiene muros entre las 15 galerías que lo representan y que crean un ambiente de interrelación.

A esto se suma un programa paralelo de exposiciones, las que se extenderán, en algunos casos, hasta abril (Gestión 11.12.2018).

El arte peruano hará así un despliegue en Madrid con muestras representativas como “Nasca” (en el Espacio Fundación Telefónica), “Redes de vanguardia: Amauta y América Latina, 1926-1930 (que albergará el Museo Nacional Reina Sofía), “Amazonías” (una novedosa exposición de arte amazónico contemporáneo en Matadero).

Bajo este esquema, se expondrán colecciones de dos reconocidos empresarios peruanos: la Colección Eduardo y Mariana Hochschild, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así como “Estratos de un paisaje. Fotografía contemporánea peruana en la colección Jan Mulder”, en Casa de América

Diálogo con obras maestras
Lo que se ha adueñado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando es una suerte de museo imaginario: la colección Hochschild (hombre de la tercera generación de empresarios mineros y cementeros de nuestro país) contempla un nutrido conjunto de piezas de artistas latinoamericanos contemporáneos que, esta vez, ‘conversan’ con obras maestras de la talla de Goya o El Greco.

Según información compartida por EFE, destacan un lienzo de la peruana Sandra Gamarra, “En orden de aparición”, que inaugura el recorrido y otorga el nombre a la exposición.

Este autorretrato de la artista de espaldas como espectadora de un museo en que las obras colisionan entre sí convive con una de las joyas de la pintura virreinal peruana del siglo XVIII, Nuestra Señora de Cocharcas, profusamente ornamentada con motivos florales.

Esta pieza emblemática de arte colonial de autor anónimo es similar a la de Virgen de Cocharcas, que fue subastada hace cerca de tres años en la puja del MALI, con un precio base de US$ 60,000, siendo la más cara de aquel evento (Gestión 25.08.2016).

En otros espacios sobresale un rompecabezas de Teresa Burga, la artista conceptual peruana más significativa. Esta interactúa con las obras de tres escultoras iberoamericanas: la colombiana Feliza Bursztyn, la mexicana Helen Escobedo y la germano-venezolana Gertrud Goldschmidt.

Fotografía peruana
Asimismo, destaca “Estratos de un paisaje”, que expone una selección de fotografía peruana contemporánea, de la colección del también empresario Jan Mulder, quien se inició como coleccionista en el 2002 con énfasis en la fotografía francesa del siglo XIX, la fotografía peruana histórica y contemporánea.

Esta colección en específico está compuesta por 140 obras de 37 autores que se han escogido a partir de un concepto tan polisémico como el paisaje y los estratos simbólicos que puede contener, señalan desde medios españoles especializados.

“Una mirada a la colección denota la preeminencia del paisaje urbano y del natural sobre el paisaje humano, donde los escenarios actúan como metáforas de los sujetos”.

De esta manera, hay fotografías de personas, ciudades y naturaleza en distintos formatos y tamaños que sus autores han utilizado también “para opinar sobre su país y el mundo que lo rodea”, indican desde La Vanguardia.

De este modo, se puede observar el título “Costanera”, retrato de la serie Agua Dulce, del fotógrafo Adrián Portugal, hasta imágenes de shipibos conibos, de Javier Silva.

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