Los eSports o deportes electrónicos congregan millones de fans, gracias a los cuales generan ingresos cuantiosos. ¿Cómo pueden aprovechar las marcas este público? Hay muchos aspectos de los consumidores que las marcas desconocen y que podrían vincularse a sus productos y servicios para conseguir más ventas.
1. Detecte los valores de marca
El público gamer es muy amplio. La clave está en saber detectar valores de la marca afines a la industria, y elaborar un plan de penetración o seguimiento que se integre en el territorio del gaming, sin tirar solo de la promoción. Ser amigables, realistas y creativos.
Por ejemplo, un jugador de eSports puede ser un universitario, de perfil competitivo, de clase alta, etc. Qué le gusta, qué ropa deportiva usa, qué música escucha, qué bebe, cómo viaja, con qué compañía vuela... hay tantas posibilidades con este público que solo se trata de seguir una estrategia lógica.
2. Los gamers ponen las reglas
Muchas marcas no endémicas han adoptado la estrategia inicial de ver y escuchar. Una vez que entienden cómo funciona el sector y quiénes son sus públicos, solo hay que adaptar el mensaje y la forma para llegar a los fans.
No son pocos los responsables de marketing a quienes sus hijos les han abierto los ojos a un modo de entretenimiento que ya en otros países ha trascendido la barrera digital para incorporarse con naturalidad a todo tipo de ámbitos. Lo que es cierto es que los gamers están poniendo las reglas de juego antes que las marcas.
3. El aficionado no sólo disfruta de la competición, sino que se cuida, alimenta y viste
Hablamos de un target de jóvenes con las ideas muy claras. Que se informan a través de redes sociales, con un gran peso de los influencers en sus decisiones de compra, que consumen productos digitales y que no les gusta que les interrumpan con publicidad. Probablemente el sector de los eSports sea en el que mayor comunicación existe entre jugadores y fans.
No existe una disciplina en la que los fans pasen más tiempo interactuando con los contenidos proporcionados por sus ídolos en multitud de canales, y eso supone una oportunidad única para las marcas. No olvidemos que el aficionado a los eSports no sólo disfruta de la competición, sino que se cuida, se alimenta, se viste, y esto es una oportunidad para marcas que saben adaptarse o que han creado productos específicamente para ellos y ellas.
4. Impacto no es garantía de engagement
El impacto no es garantía de engagement, incluso puede llegar a ser contraproducente si saturamos. Lo primero que tiene que hacer una marca es interiorizar las posibilidades del sector eSports y ganarse la confianza poco a poco, ya que las opciones son infinitas ante un público tecnológico, flexible y conversador. A golpe de promoción conseguirás respuestas rápidas. Sin embargo, si provocas interés, contenido de interés y actuaciones de interés tendrás más posibilidades de ser parte de su entorno.
5. No basta con poner el logo, hay que compartir el sentimiento del fan
La recomendación es que las marcas establezcan bien sus objetivos, se hagan expertos en este público y sector, que innoven y que se atrevan.
Este target está delante de una pantalla o en un estadio rodeado de miles de fans pasándoselo en grande, no les podemos aburrir. Y el patrocinador tiene que ver esto, que no les aburrimos y que relacionamos su marca con una nueva forma de ocio y espectáculo.
Para que un patrocinador impacte no solo tiene que encontrar cómo comunicar, sino también entender que se trata de un mundo muy cambiante y aún por afianzarse. Lo que está claro es que no solo hay que ‘poner el logo’ ni hacer promoción. Hay que ser partes de su día a día y compartir el sentimiento fan.