Recuerdo que hace muchos años copié el CD que una amiga había grabado con canciones románticas y tristonas, entre las que estaba Killing Me Softly With His Song de The Fugees y otras más que me da un poco de vergüenza mencionar. Era una selección pensada para acompañar perfectamente momentos de desamor.
Armar una lista de canciones elegidas especialmente para trasmitir una sensación en específico es algo muy potente y no siempre una tarea fácil. Como dijo Rob Gordon, personaje interpretado por John Cusack en la película de culto del año 2000 “High Fidelity”: “Hacer una compilación de canciones es un arte sutil, hay muchas cosas que se deben y no se deben hacer. En primer lugar, estás usando la poesía de alguien más para expresar cómo te sientes, y eso es algo delicado”.
Una buena selección de canciones puede servirnos para alegrarnos, entristecernos o ponernos de algún otro humor específico. Puede ser algo muy personal, puede servir como mensaje para otra persona o incluso se puede usar de manera comercial. Por ejemplo, existe una marca de perfumes de Nueva York, DS & Durga, que crea un playlist de Spotify por cada uno de sus perfumes, inspirado en el lugar y el momento en el que fue creado el aroma.
Hoy, los servicios de streaming han reemplazado a los CDs o a las cintas de cassette como alternativa para crear o escuchar playlists. Spotify o YouTube Music ofrecen “mixes” con temas distintos como décadas, géneros o emociones. Tidal, otro servicio de streaming, llamó la atención de melómanos al lanzar unos playlist que eran curados por humanos, además de los logaritmos propios del servicio.
En parte por la nostalgia que me hacen sentir algunos recuerdos noventeros, pero sobre todo por el interés de descubrir nueva música curada especialmente para trasmitir algo personal, es que hace unos meses -junto a mi amiga Janice Bryson- lanzamos Wow Filiberta, un espacio donde semanalmente se comparten playlists de Spotify curados por distintas personas que aman la música, y de géneros muy varios como salsa, pop, música urbana, clásica, world music, entre otros.
Ya sea algo propio o uno creado por otro, tengo siempre a la mano un playlist que considero perfecto para distintas actividades del día como trabajar, hacer ejercicio o relajar en la noche.
Claves
- Existen cuentas en Spotify que se dedican a compartir playlists. Una opción con música muy variada es Wow Filiberta (Instagram: @wowfiliberta).
- Para armar un buen compilatorio se sugiere pensar en una temática, una estructura, incluir temas que no sean muy conocidos y no repetir canciones de un mismo artista.
- Lo que antes se hacía en cintas de cassette o en CDs, hoy se puede realizar fácilmente usando los servicios digitales de streaming de música.