A poco de estrenar su octava película, “Doblemente embarazada”, el cineasta Eduardo Mendoza experimenta una mezcla entre emoción, nervios y expectativa. “Existe la ilusión de ver cómo responde el público, pero también es como estar en una máquina del tiempo, porque la íbamos a estrenar hace casi dos años y llegó la pandemia”, cuenta.
El país va saliendo de una época de mucho dolor. ¿El contexto es bueno para una comedia?
No hay forma de cambiar lo terrible que hemos vivido. El cine puede ayudar, es una herramienta de cambio social, pero no va a cambiar lo de fondo. Por otro lado, sí puede ser un espacio para que la gente vuelva a tener cierto nivel de vida social, compartir una historia divertida, tener un momento de distensión. Es una comedia, pero tiene también una parte “feeling”.
Usted tiene una filmografía variada (ver hoja de vida). ¿Qué buscan los peruanos en el cine?
En general creo que no solo es algo de los peruanos, sino que los multicines y los grandes distribuidores tienen películas de determinados géneros que funcionan bien. Comedia, acción y terror son los más fuertes. Pero para que una industria se desarrolle y para que el público tenga opción de escoger es importante tener otras propuestas.
Usted ha optado por varias…
Así como puedo hacer una comedia, hay películas que como autor me interesa tocar porque son temas que me mueven. Ahora, no significa que esos temas no atraigan gente. A “La hora final” la distribuidora le calculó entre 50 y 60 mil personas y la película llevó 265 mil espectadores. Fue cuatro veces más.
¿Cuántas personas esperan para “Doblemente embarazada”?
En circunstancias normales, una película así podría llevar medio millón de personas. Pero ahora no lo sé. Tengo entendido que se han abierto las salas con 40% de aforo. Es un avance, pero no es ni la mitad.
En los últimos años a las comedias les ha ido bien…
Mi única duda es sobre la respuesta del público de ir al cine después de tanto tiempo. Y, bueno, nadie sabe la fórmula para hacer una película exitosa. Por mi lado siempre está el compromiso de sacar el proyecto de la mejor forma, ya sea un thriller o una comedia. Siempre lo tomo como una forma de avanzar, de ser un director más versátil. No tengo prejuicios en hacer una comedia romántica.
No hay una fórmula del éxito, pero ¿qué se requiere para entregar un producto que aspire a él?
Muchas cosas pero lo primero es el guion. Es la base de todo. Después, elegir bien el elenco, tener tiempo para ensayar, trabajar una propuesta visual y sonora interesante. No es que uno va al set y se le ocurren cosas. Se requiere una producción organizada y también ayuda si los actores tienen mejor llegada con el público.
Hay quienes critican esas “fórmulas” y que a menudo el cine peruano eche mano de ellas. ¿Qué respondería?
Hablar así me parece generalizar. Hay películas peruanas de los últimos años como “Wiñaypacha”, “Retablo” y “Canción sin nombre”, solo por mencionar tres, que han tenido una serie de logros y premios en festivales importantes en el extranjero. Industrias más grandes como la argentina, la brasileña y la mexicana también tienen un porcentaje de películas malas.
Como en todo negocio...
Si uno quiere hacer una comedia ligera, no hay problema. Los “gringos” tienen películas que son un desastre y no tienen ninguna vergüenza en hacerlas. No porque sea comedia es malo, la comedia no es un género menor. Es una decisión de cada director y de cada productora.
EN CORTO
- Proyectos. “Doblemente Embarazada” está protagonizada por Carolina Cano, Andrés Wiese, Nicolás Galindo y Daniela Camaiora. Llega a cines a partir del 30 de setiembre. Asimismo, Mendoza planea estrenar “La banda presidencial” en marzo. Actuarán Giovanni Ciccia, Andrés Salas, entre otros.