Las salas de cine reabren, pero no con estreno de producciones peruanas. Es que la amenaza de una tercera ola pone en alerta a los inversionistas. ¿Cuáles son entonces los planes de las productoras?
Proyectos en cola
En el caso de Big Bang Films, dos largometrajes pospusieron su estreno desde el 2020. “Grabamos uno más este año, pero tampoco podemos lanzarla. Así que hay tres en espera. Debemos esperar al momento adecuado para recuperar lo invertido”, señala su director general, Sandro Ventura, quien espera que se dé en 2022.
Es que no se trata de un monto pequeño, casi un US$1 millón se encuentra en juego. Por eso, el vocero prefiere esperar a conocer los números de al menos un blockbuster para animarse al lanzamiento.
Alcanzar los 900,000 espectadores que esperan tener con “No me digas solterona 2” es una utopía con aforos del 40% y sin el total de salas abiertas, comenta.
Por su parte, Sergio García, director de Quechua Films, explica que “La Cantera” y “Manco Cápac” son dos proyectos que se quedaron pendientes por estrenar en salas. Aun así, prevé que las próximas cintas estén en mercado internacional.
Presupuestos y auspicios
Mientras tanto, las productoras alistan algunos proyectos en guion y buscan inversionistas. “Quédate” es uno de esos casos para Big Bang. “Además, el precio covid no funciona en cine, así que no hay mucho ahorro”, indica Ventura. “La peor de mis bodas 3” sí tiene capital asegurado, pero el proyecto aguardará a tener el elenco total disponible.
Para Quechua Films, que estrenó películas como “El viaje de Javier Heraud” -que sumó 11,000 espectadores en salas comerciales y 300,000 en televisión-, “la inversión por proyecto suele rondar entre los US$ 100,000 y US$ 300,000”.
“No hay grandes cambios de presupuestos (para próximas producciones), lo que hay es incertidumbre de rodajes y lanzamientos”.
García explica que muchas veces el financiamiento se consigue a través de fondos como el del Ministerio de Cultura. “Como productores hemos aplicado con tres películas y esperamos que les vaya bien”, anuncia.
Otras plataformas
Por mientras, las cintas de Quechua Films no detienen su recorrido por festivales y plataformas de streaming en España y Latinoamérica, como Video Markert y Amazon Prime. “Este año vamos a estrenar varias películas peruanas en Tokio”, agrega García, quien sostiene que “Samichay, en búsqueda de la felicidad”, estuvo hace poco en Nueva York y próximamente en el Festival de La Habana y el de Viña.
“Son pequeñas exhibiciones, pero mientras que las salas de cine nos acercan a espectadores no acostumbrados a festivales, estas otras ventanas de exposición nos acercan en zonas más allá de donde fueron rodadas las historias”, añade.
El otro lado
Ventura coincide que películas independientes o de bajo presupuesto pueden venderse a plataformas streaming y recuperar inversión en cines.
Sin embargo, “una cinta peruana que costó medio millón de dólares, no llega a ser comprada por Netflix ni siquiera por US$ 100,000. No creo que se recupere ni el 10%”.
Por eso, BingBang encuentra su sustento en los doblajes de otros proyectos diferentes a películas. “No llueve, pero gotea”, señala Ventura, quien anteriormente había declarado que doblar una cinta al mes representa el 10% de los ingresos.
Quechua Films baraja también la posibilidad de hacer circuitos culturales alternativos en cineclubes. “Los ingresos son bajos, pero lo importante es acompañar a las películas a nivel nacional”, concluye García.
EN CORTO
- Mejorar la promoción. “Sería bueno tener un embajador del cine, por ejemplo, que viaje promocionando las películas peruanas en festivales, como hace Chile”, recomienda Sergio García. Por más proyectos que se realicen, explica, la distribución a veces se queda a medio camino, porque requiere de esfuerzos económicos y apoyo para ganar presencia en festivales.