Quizás el sentimiento principal con el que uno se queda luego de leer “Como polvo en el viento”, de Leonardo Padura, es la nostalgia de añorar la tierra que lo vio nacer, luego de dejarla. Padura dedica una gran parte de su novela a describir la vida de cubanos exiliados en diferentes partes del mundo; reforzando esa sensación permanente de percibirse invisible en un nuevo territorio y de entrañar la tierra que se abandonó para buscarse un futuro mejor. Es inevitable que la melancolía los habite, como una sombra, por todo aquello que no pudo ser o se perdió en el camino. “Todas las razones para salir de Cuba son válidas y todas las razones para quedarse también lo son”, escribe Padura, hincando en esa dicotomía del que está pensando en partir.