La cadena francesa France 5 estrena este martes un documental sobre el polémico descubrimiento del cuadro “Salvator Mundi”, cuya autoría sigue siendo discutida cuatro años después de su millonaria venta, pero la prensa asegura ahora que el Museo del Louvre sí confirmó a los saudíes que se trata de un Da Vinci.
El estreno de “El Salvador a la venta”, dirigido por Antoine Vitkine y que sigue la traza de la pintura desde su descubrimiento en 2005 hasta su venta a un príncipe saudí -posiblemente Mohamed Bin Salman, el heredero al trono- por US$ 450 millones (unos 377 millones de euros al cambio actual), se zanja con la conclusión de que el Louvre no pudo verificar que el artista italiano fuera su autor.
Sin embargo, según varios medios, entre ellos “La Tribune de l’Art”, “The New York Times” y “Le Parisien”, el Louvre sí confirmó la autoría de Leonardo da Vinci, pero no lo comunicó por un desacuerdo con Arabia Saudí.
“The New York Times” cita fuentes oficiales francesas anónimas y un catálogo publicado en el 2019 en el marco de la retrospectiva sobre Da Vinci que organizó el Louvre y que fue rápidamente retirado de la venta.
Arabia Saudí pidió al Louvre y a su laboratorio de análisis, C2RMF, que utilizara sus técnicas para dirimir sobre la polémica que mantiene divididos a los historiadores del arte desde hace más de una década: ¿Pintó Da Vinci el cuadro o fue obra de su taller?
Las pruebas se realizaron en el contexto de un posible préstamo para la gran retrospectiva que preparaba la pinacoteca, en la que finalmente el “Salvator Mundi” no estuvo presente.
“El Louvre y C2RMF llegaron a la conclusión inversa a la del documental: para ellos, el cuadro es efectivamente obra de Leonardo y solo suya”, escribe el historiador Didier Rykner en la revista especializada “La Tribune de l’Art”.
Dibujo propio de Da Vinci
Según Rykner, el museo notificó esta información a los saudíes en septiembre del 2019, tras analizar la obra durante tres meses.
El mismo medio cita extractos del libro que fue retirado de la venta, donde el autor se apoya en varios puntos para decir que es un Da Vinci, entre ellos los estudios de reflectografía infrarroja que habrían revelado un dibujo subyacente muy fino, casi imperceptible, similar a los encontrados en su “Gioconda” o su “San Juan Bautista”.
Según estas mismas fuentes, el cuadro, que permanece en paradero desconocido, no fue expuesto en el 2019 por un desencuentro entre las autoridades francesas y las saudíes.
Preguntado por Efe, el Louvre rechazó hacer comentarios sobre la filtración de estos documentos oficiales.
Los propietarios del cuadro pidieron en 2019 que fuera expuesto junto a “La Gioconda”, para situarlo en el mismo nivel de importancia, pero el Louvre e incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, se negaron a asumir las condiciones impuestas y pidieron exhibirlo según el criterio del museo.
Un relato que también narra el documental de Vitkine, aunque en él el rechazo del Louvre se debió precisamente a que, al no tratarse de un auténtico Da Vinci, no quería entrar en el juego saudí y darle tanta importancia.
La teoría difundida ahora por la prensa contradice la postura que el museo mantiene en el documental, donde un entrevistado asegura que estuvo en la reunión en la que Jean-Luc Martinez, presidente del museo, confirmó a los saudíes que no era de Da Vinci.
El lienzo, supuestamente realizado en torno a 1490-1500, se redescubrió en el 2005 en muy mal estado al ser adquirido por US$ 1,175 (unos 986 euros) por un marchante de arte de Nueva York que lo encontró en la escalera de una casa de Nueva Orléans.
Tras años de división entre los historiadores, la casa de subastas Christie’s organizó una puja con una potente campaña de mercadotecnia que lo presentó como el último Da Vinci. Allí se vendió como el cuadro más caro de la historia.