Actualmente, el phishing y ransomware son los ataques de piratería informática que, con mayor frecuencia y en número creciente, ponen en jaque la ciberseguridad del mercado de pagos en línea.
Perú es uno de los países con mayor cantidad de fraudes digitales en la región, junto con Brasil y México. De acuerdo a los últimos datos disponibles del Ministerio Público de Perú, en el 2021 se registraron 18,596 denuncias de estafas digitales, lo que representa un incremento de 92.9% en comparación con el 2020.
“Una buena parte de esos cibercrímenes podrían evitarse si las empresas de pago invirtieran en soluciones tecnológicas con foco en prevenir el fraude electrónico: no sólo porque esto les ahorraría gastos considerables en seguros y procesos legales, sino porque también fortalecería la relación transaccional con sus consumidores y otras empresas”, destaca Gilmar Magi, Director de Fraude y Riesgo para Pomelo.
LEA TAMBIÉN: Habrá más fiscalización a líneas de celulares para evitar robos a cuentas bancarias
La incidencia de los ciberataques al mercado de pagos es un fenómeno global. Según Newsweek, este tipo de delitos pasó de 15% en el 2021 a 38% en el 2022.
Además, se ha calculado que en cuanto a costos, tendrían un impacto superior a US$ 1.75 billones para el 2025, según Cybersecurity Ventures, programa de aceleración internacional de start-ups de ciberseguridad.
En América Latina, particularmente, las empresas tradicionales del sector están insatisfechas con sus proveedores porque ofrecen tecnología obsoleta y costosa.
Para ello, Gilmar considera “estratégico que las compañías analicen su modelo de negocio, revisen en detalle sus operaciones y escalen sus equipos de seguridad con base en los riesgos externos e internos junto a metodologías y tecnologías actualizadas”.
Además, el experto señala que las claves del proceso de mitigación de fraudes y prevención de crímenes financieros en línea, son el uso de tecnologías actualizadas, la verificación de identidad y el monitoreo en tiempo real del riesgo de cada transacción.
LEA TAMBIÉN: “Formjacking”, la ciberamenaza de los pagos en línea
En ese sentido, enfatiza la importancia de invertir en soluciones de ciberseguridad que incluyan un sólido chequeo de identidad para registrar nuevos clientes, un extremo cifrado de datos de pago y múltiples sistemas de autenticación, como la biometría, para acceder a los servicios bancarios digitales.