"La Vieja dama de Threadneedle Street", como se conoce al Banco de Inglaterra, cumplirá el 27 de julio nada menos que 325 años, en los que ha financiado guerras, apuntalado al Gobierno de turno y, más recientemente, regulado el sistema financiero.
A través de 325 objetos, una nueva muestra en su museo traza la historia de la institución, emblema del poder económico y político en el Reino Unido y punto de referencia en el paisaje londinense, inmortalizado en filmes como Mary Poppins o el nuevo vídeo del rapero Stormzy, Vossi Bop.
"325 años, 325 objetos", presentada este miércoles a la prensa, abrirá al público de forma gratuita del 22 de julio al 15 de mayo del 2020, y ofrece una buena oportunidad para adentrarse en las entrañas de la City, el distrito financiero de la capital británica.
En la misma calle Threadneedle adonde se trasladó en 1734, sigue en pie el imponente edificio diseñado a principios del siglo XX por el arquitecto Herbert Baker, sobre los pasos de sus predecesores John Soane y George Sampson.
Fundado inicialmente como entidad privada para financiar al Gobierno en sus guerras contra Francia, el Banco de Inglaterra fue nacionalizado entre 1946 y 1998, cuando se convirtió en una entidad pública independiente bajo el Gobierno laborista, con las labores de supervisión y regulatorias que tiene hoy.
Aunque toda esta historia puede verse habitualmente en el Museo del Banco de Inglaterra, la nueva exposición temporal "se centra más en la historia social del banco, en las aportaciones no tanto de sus gobernadores como de los empleados que han pasado por aquí", explica a Efe la comisaria, Miranda Garrett.
Permite explorar varias líneas narrativas, como "la evolución de los billetes, desde los primeros escritos a mano hasta los actuales hechos de polímero, o los esfuerzos más recientes para fomentar la inclusión de minorías, como la comunidad LGTB+", declara.
En una de las vitrinas está la viñeta satírica hecha por James Gillray en 1797, que motivó el apodo del banco como "The Old Lady" al dibujarlo como una vieja dama sentada sobre un cofre de dinero que se niega a prestarle al primer ministro de entonces, William Pitt el joven, que intenta engatusarla.
"Este estereotipo no ocurriría hoy en día", ríe Garrett, que subraya que, como comisaria, ella ha hecho un "gran esfuerzo" para destacar la aportación femenina en la evolución de la entidad, con la inclusión, por ejemplo, de billetes firmados por cajeras jefe mujeres.
Entre los objetos más destacados de la exposición figuran uno de los primeros billetes, emitido el 26 de junio de 1702 para Elizabeth Head, una de las accionistas originarias del banco, billetes falsos, monedas de oro, ruinas romanas halladas en el subsuelo, lingotes de oro o una calculadora de la guerra fría.
Metiendo el brazo por el agujero de una vitrina blindada, el visitante puede además tocar un verdadero lingote de oro, con un peso de casi trece kilos, representativo de las reservas de muchos países del mundo que guarda en sus cámaras el banco central inglés.
Otro objeto curioso es la carta que el Banco de Inglaterra escribió en el 2009 el ministro de Economía del momento, el laborista Alastair Darling, para argumentar la introducción de un programa de expansión cuantitativa a fin de estimular la economía tras la crisis crediticia del 2008.
A las puertas del Brexit, la veterana institución tiene ahora más peso que nunca, pues su labor es garantizar la estabilidad del sistema bancario y financiero durante el tortuoso proceso de salida de la Unión Europea (UE).