¿Le cuesta concentrarse? ¿Se descubre a mitad de una tarea con la atención vagando por cualquier parte, tratando de obligar a su cerebro a volver a fijarse en lo que estaba haciendo? No se preocupe, la capacidad de concentración en el trabajo se puede mejorar con unos trucos bastante efectivos.
Dichas distracciones cuestan a la economía millones de dólares cada año. Una encuesta británica realizada en 2018 concluyó que el 70% de los trabajadores, uno de cada tres, admiten que se distraen en el trabajo, mientras que un 16% asegura que casi siempre está distraído.
Por ello, la revista Inverse recopiló algunos trucos para mantener su nivel de atención a pesar de las circunstancias o de que se haya levantado con el pie izquierdo. Al fin y al cabo, la concentración es un estado mental que se puede entrenar y sacar provecho incluso cuando siente que no sea capaz.
1. Evita las distracciones
Se trata de mantener lo que la psicóloga Mihaly Csikszentmihalyi llama el “flow”, un ritmo de trabajo en el que prima un enfoque puro y creativo. En otras palabras, “un estado en el que las personas están tan involucradas en una actividad que nada más les parece importar”. Para ello es importante bloquear las distracciones que pueden romper ese ritmo de trabajo y acondicionar un espacio adecuado para ello.
2. Planifica siempre
Bien puedes dibujar en una hoja las tareas que vas a realizar, de la primera a la última. “Alcanzo la concentración cuando hago una hoja de ruta visual de cada paso que debo dar para llegar del punto A al punto B antes de comenzar un proyecto”, asegura David Morneau, CEO de inBeat Agency. “En mi caso, prefiero que sea visible, la imprimo y la mantengo frente a mí mientras estoy trabajando. Me ayuda a estar al tanto de lo que viene después y mantenerme concentrado y comprometido”.
3. Los descansos también ayudan
“Busca eso que te haga centrarte en tu tarea”, recomienda Linda Clark, CEO de una empresa de consultoría. “Yo puedo jugar durante unos minutos y luego abordar un proyecto que requiere cierta creatividad. Puedes correr o meditar. El flujo se mantiene gracias también a los descansos, pero no los lleves muy lejos para no minar tu capacidad de atención. Sal a tomar el aire, toma un refresco y luego regresa a tu puesto. Cuando te dispongas a empezar, crea un espacio que evite cualquier interrupción”, sugiere.
4. Elige bien la música
La música mientras trabajas suele ayudar a la hora de hacer que captes mejor la atención en aquello que estás haciendo. Hay infinidad de géneros musicales que pueden servirte mejor o peor a la hora de activar el cerebro. La elección de la música para concentrarse es bastante subjetiva, tan solo debes encontrar cuál es el estilo que mejor se adapta a ti a la hora de poner tus neuronas a funcionar.
5. Empieza por lo más sencillo
Otro truco es iniciar por las tareas más sencillas. Al cumplirlas liberarás dopamina, lo que fomentará la concentración y la motivación. “Tómate cinco minutos para crear una lista de los objetivos cumplidos a tener en cuenta en la próxima sesión”, sugiere Trevor Lohrbeer, fundador de Day Optimizer. Así sabrás por dónde debes comenzar al día siguiente y gracias a ello trazarás un mapa mental con el desarrollo de la actividad.