Arrog es el videojuego peruano más premiado. Se trata de un juego de aventura de 30 a 40 minutos de experiencia que estuvo a cargo de la producción independiente de los estudios Leap Game Studio y de Hermanos Magia, bajo la dirección de Mateo Alayza.
Con un presupuesto de US$ 40,000 y un total de siete personas en el proyecto, se calcula que Arrog ha llegado a 500,000 personas y registra más de 30,000 copias vendidas desde su lanzamiento en el 2019, luego de tres años de trabajo. Está disponible en todas plataformas como PC, celulares (iOS y Android), Nintendo, PlayStation 4, PlayStation 5 y Xbox.
Esto es gracias a las alianzas que obtuvo con publishers (editores) de distintos países como Humble Original (Estados Unidos), Playdigious (Francia), Indenova (China), y Nakana (Japón).
“Tocando un tema tabú como la muerte, hicimos lo mejor posible sin importar criterios comerciales. El resultado fue un juego premium dentro del rubro independiente. Al no seguir la fórmula que se creía era la única del mercado, sentimos que habíamos roto algo. Y los premios han sido un espacio de validación”, indicó Alayza.
Se refiere a los reconocimientos recibidos en España, Suiza y Japón, y las nominaciones en Estados Unidos, Inglaterra, Corea y Argentina. Actualmente son finalistas en el Festival de Juegos Independientes (IGF, por sus siglas en inglés) de julio próximo en la categoría Excelencia en Arte Visual. Esta es la premiación más importante de la industria independiente, y solo dos latinoamericanos han sido nominados a estos premios en su historia.
Más allá del logro comercial de Arrog, Alayza resalta que se les han abierto puertas para futuros proyectos. Y ha tenido acercamiento con estudios como Raw Fury, Fellow Traveler y Annapurna. “Son referentes para articular un vínculo y trabajar con un presupuesto de US$ 250,000 o más, según el proyecto”, expresó.
Reveló que ya tienen entre manos un nuevo videojuego y han logrado hacer un prototipo (alpha) de una hora. “Estamos preparando lo que vendría a ser un vertical slice (corte vertical) de 15 minutos de la experiencia pulida, para ir con eso donde los editores”, dijo. Agregó que al ganar confianza, ya no es necesario mostrar el juego entero para lograr un financiamiento.
El próximo proyecto de Leap Game Studio se llama El libro de la cebolla (The book of onion) y adelantó que utiliza el error como una forma de victoria. El videojuego le da a un niño la posibilidad de desplazarse por el espacio-tiempo, “con una narrativa parecida a la de Rick & Morty (dibujo animado)”.
El personaje muere, pero una versión de él sigue en otro lugar. Al estar en etapa inicial, aún no tienen un monto exacto de la inversión que requerirá el juego.
Sobre el sector
Alayza comentó que mientras los videojuegos a nivel mundial se han visto beneficiados por el contexto de pandemia, en el Perú aún hay retos para los desarrolladores. Cree que para aprovechar ese suceso se tiene que pensar en desarrollar juegos que aspiren a acceder a un mercado mundial.
“La gran promesa para que un juego venda mundialmente es lograr hacerlo muy entretenido, adictivo, y que esté por encima de lo que el mercado ofrece, lo que es difícil porque tenemos presupuestos acotados y no hay suficientes incentivos del Estado”, aduce.
Pero otra opción es intentar hacer un juego que no intente conquistar el mercado masivo, sino que vaya a un público objetivo muy puntual. Y ese camino han emprendido estudios en Lima como Rebel Rabbit y Leap Game Studio.