CAF —banco de desarrollo de América Latina— está impulsando proyectos de digitalización de sectores productivos como parte de sus esfuerzos para apoyar la mejora de la productividad en la región.
Las iniciativas pone especial énfasis en el encadenamiento productivo, la inserción de las empresas en las cadenas globales de valor y en las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre esos proyectos está la elaboración de una “Estrategia para la transformación digital de los sectores productivos de América Latina” y una aplicación concreta a la cadena agroexportadora y logística en el Perú.
Para lograr una mayor digitalización ha sido clave el uso de la tecnología, así como los nuevos modelos o aplicaciones que están permitiendo mejoras en la optimización de procesos. Así, el proyecto “Estrategia para la transformación digital de los sectores productivos en América Latina”, desarrollado por CAF con el apoyo de Deloitte, propone la elaboración de una primera hoja de ruta para la digitalización de la cadena agroexportadora y logística en la región de Ica.
De acuerdo al análisis realizado por la institución los sectores que tienen mayor relevancia en el Perú en términos de producto interno bruto (PIB), empleo o crecimiento son la agricultura, la minería y la manufactura. La relevancia del sector transporte resulta cualitativa al participar de forma transversal en el resto de los sectores.
Sin embargo, los sectores económicos más digitalizados son la minería, los servicios y la manufactura, con claro adelanto del sector minero. Si bien todos los sectores económicos cuentan con un potencial digital, el grado de disrupción esperado varía. Así, en algunos casos, como en el transporte, se espera que la digitalización cambie radicalmente los modelos de negocio del sector en el corto y medio plazo.
En otros casos, como en agricultura, no se espera un salto tan radical, pero el bajo nivel de adopción actual incrementa la oportunidad de la digitalización frente al resto.
En su publicación ”Estrategia para la transformación digital de los sectores productivos en América Latina”, la CAF destaca las tecnologías que actualmente en pleno proceso de crecimiento y revolución.
Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Sistema en el que la totalidad de los dispositivos (infraestructuras, vehículos, máquinas y otros elementos electrónicos) están interconectados gracias a varias o a una misma red para generar y compartir datos.
Computación en la nube. El acceso, bajo demanda, a funcionalidades y aplicaciones de computación, permitiendo soluciones con escalado exponencial y nuevos modelos de pago por uso.
Cadena de bloques, conocida también por su término en inglés blockchain. Tecnología que, mediante el uso de algoritmos, facilita el registro de transacciones de forma indiscutible, sin necesidad de recurrir a un intermediario o a una administración central.
Big data. El uso de grandes volúmenes de datos altamente volátiles y valiosos (datos estructurados, datos de sensores, audio, vídeo, medios sociales) para la construcción de soluciones inteligentes.
Automatización robótica de procesos (ARP). Tecnología basada en software programado, que sustituye a humanos realizando tareas manuales y repetitivas basadas en reglas, mediante la automatización de procesos.
Impresión en 3D. La fabricación aditiva que permite la producción eficiente de productos tridimensionales únicos donde y cuando se necesiten.
Inteligencia artificial. Sistemas cognitivos que combinan el aprendizaje automático con la capacidad de interactuar a través del lenguaje natural y crear conocimiento a partir de los datos.
Plataformas digitales. El uso de la tecnología digital para conectar a las personas en nuevas y poderosas formas, que constituyen las bases de nuevos colectivos y comunidades.
Robótica y drones. Tecnologías que sustituyen al trabajo humano a gran escala, no sólo para tareas rutinarias, sino cada vez más para la prestación de servicios.
Del uso y asociación de las tecnologías previamente mencionadas, han surgido nuevos modelos productivos u organizativos. Entre ellos, se destacan los siguientes:
Cocreación. Iniciativa que reúne a las partes para crear conjuntamente un producto valioso. En el contexto de las ciudades inteligentes, se trata de (comunidades de) ciudadanos, empresas privadas, institutos de conocimiento y organizaciones públicas que, desde un ecosistema, resuelven problemas sociales de forma creativa.
Aprovisionamiento en masa. El proceso de obtener servicios, ideas o contenidos solicitando contribuciones de un gran grupo de personas y especialmente de una comunidad en línea, en lugar de pedirlo a los empleados o los proveedores tradicionales.
Economía compartida. La utilización de la tecnología de la información como medio de reunir de una forma diferente la oferta y la demanda de bienes, servicios o información. Utiliza plataformas digitales para compartir y reutilizar el exceso de capacidad en una gran variedad de productos.
Ludificación. El uso del pensamiento del juego y de los elementos de diseño del juego (competición, niveles, tablas de clasificación, insignias, etc.) en contextos ajenos al mismo. El objetivo de la ludificación es estimular a las personas para que cambien su comportamiento de la manera deseada.
Autoorganización. Un proceso en el que el orden y la coordinación general surgen de las interacciones locales entre las personas en un sistema inicialmente desordenado. Estas interacciones son espontáneas y no necesariamente controladas por un agente auxiliar.
La organización resultante está totalmente distribuida y es típicamente robusta.