Pascal Saint Amans es responsable de la división fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). (Foto: Reuters)
Pascal Saint Amans es responsable de la división fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). (Foto: Reuters)

El proyecto para diseñar un dispositivo internacional de fiscalidad sobre el negocio digital bajo los auspicios de la OCDE, que pasaba por una cita en julio para intentar llegar a un consenso, se va a retrasar al menos hasta octubre a causa de la crisis del coronavirus.

Una reunión crucial programada el 1 y el 2 julio en Berlín no podrá celebrarse por las restricciones a los movimientos a causa de la epidemia, explicó este lunes Pascal Saint Amans, responsable de la división fiscal de la (OCDE).

En una conferencia en línea, Saint Amans precisó que está por ver si en una nueva fecha por determinar a comienzos de octubre se podrá organizar un encuentro presencial o virtual. En cualquier caso, debería tener lugar antes de la reunión de ministros de Finanzas del G20 del 15 y del 16 de octubre.

Durante ese encuentro, se espera consensuar entre los 137 países implicados un paquete para la imposición de las actividades digitales de las multinacionales en el lugar donde tienen sus clientes, aunque no tengan sede social, que es el criterio general que rige actualmente.

Según la OCDE, el aplazamiento no significa abandonar el objetivo de que antes de fin de año se pueda encontrar una solución multilateral, que sería una alternativa a las iniciativas que están proliferando en países (como Francia o España) que han creado o quieren crear sus propios impuestos digitales.

Saint Amans indicó que “uno o dos países” -que no citó-, así como “varios de los actores” que participan en las negociaciones (léase las empresas implicadas) querían que todo se pospusiera un año.

La OCDE destacó que con la pandemia del y las medidas de confinamiento que se han estado aplicando por todo el mundo han aparecido nuevas preocupaciones fiscales que han modificado la urgencia.

Además, la crisis supone un cambio significativo del escenario ante la cuestión de la fiscalidad digital, ya que por una parte algunas multinacionales van a deja de ser rentables en el futuro, mientras que la nueva situación económica favorece todavía más ciertos negocios en línea.

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