IBM
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Estados Unidos tiene una nueva supercomputadora y es dos veces más rápida que la máquina que ostenta el actual récord en China.

International Business Machines Corp. desarrolló la computadora Summit, con la ayuda de Nvidia Corp., para el Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía de EE.UU.

El desarrollo del sistema costó alrededor de US$ 200 millones, ocupará un depósito del tamaño de dos canchas de tenis y se pondrá a trabajar en cálculos súper complejos que podrían conducir a avances en campos desde la astrofísica hasta la investigación del cáncer, informó el laboratorio en un comunicado.

Summit también trae el título de la computadora más rápida del mundo de vuelta a EE.UU. y llega en un contexto en que la competencia entre EE.UU. y China por la supremacía tecnológica es tomada más en serio por los legisladores estadounidenses, preocupados por los miles de millones que China está gastando en inteligencia artificial e informática cuántica.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha adoptado un tono agresivo hacia China, bloqueando la adquisición del fabricante de semiconductores Qualcomm Inc. por motivos de seguridad nacional y acusando a China de robar secretos comerciales de EE.UU.

"Existe una correlación directa entre el liderazgo en esta área y las implicaciones de seguridad nacional", dijo Thomas Zacharia, director del Laboratorio Nacional Oak Ridge. "Todos los países reconocen que ser un líder en este campo tiene un impacto descendente".

Summit opera a una velocidad de 200,000 billones de cálculos por segundo, o 200 petaflops en jerga informática. Eso es más del doble de rápido que el récord actual, el Sunway TaihuLight en el Centro Nacional de Supercomputación en Guangzhou, China, que opera a 93 petaflops.

La tercera máquina más rápida también se encuentra en China y opera a 33.8 petaflops.

IBM y Nvidia encontraron formas de hacer que la máquina sea mucho más rápida, mientras que solo necesitaron un 30% más de energía que los sistemas anteriores, dijo Zacharia. Aun así, Summit necesita la misma cantidad de energía que necesaria para saisfacer a un pueblo pequeño.

"Hubo un momento en que pensamos que una máquina de este calibre requeriría un reactor nuclear justo al lado para operarla", indicó.

La computadora usará técnicas de inteligencia artificial como el aprendizaje automático, que permite que el software extraiga información de grandes conjuntos de datos, para tratar de resolver problemas que han bloqueado a sistemas anteriores.

Summit acelerará los proyectos que requieren modelar acontecimientos masivos con billones de posibles resultados, como la física de las implosiones de supernova, o cómo el cambio climático está afectando los patrones meteorológicos.

La máquina también trabajará en la simulación de nuevos materiales para superconductores que permitirán que las computadoras funcionen más eficientemente y a temperaturas más bajas, así como también estudiar las mitocondrias en las células para desarrollar pruebas de alerta temprana para enfermedades genéticas como el Parkinson y el Alzheimer, dijo Ian Buck, vicepresidente y director general de computación acelerada de Nvidia.

El Departamento de Energía oficialmente controla el sistema y quién puede usarlo. Los proyectos científicos se elegirán a través de postulaciones abiertas y con el tiempo las compañías privadas podrán pagar para tener acceso especial, dijo Zacharia.

"Estas computadoras obviamente ofrecen a aquellos que las tienen la capacidad de innovar muy, muy rápido y tienen una ventaja competitiva", dijo John Kelly, quien supervisa los proyectos de inteligencia artificial y de investigación de IBM.