Pese al anuncio de diversas operadoras de telefonía móvil respecto a la próxima incorporación del 5G en sus servicios, esto no podría concretarse por lo menos hasta el 2025 debido a la falta de estaciones bases (antenas) que soporten este servicio.
Según la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), en el país se necesitaría más de 200,000 antenas para que esta tecnología funcione, y según el último reporte del Osiptel, en Perú, apenas hay unas 20,630 de antenas, las cuales son insuficientes para la 5G.
“Es un contrasentido. Las personas piden mayor velocidad, autos voladores, drones que persigan a los delincuentes (beneficios del 5G), pero se oponen a la instalación de antenas. Este déficit es muy alto siendo un país con aspiraciones en materia tecnológica tan ambiciosas”, precisó Erick Iriarte, especialista en telecomunicaciones.
En el 2018, en el Perú había una antena por cada 3,462 personas, cifra que difiere mucho con la realidad de otros países de la región como Chile por ejemplo, donde por cada antena hay 860 personas, según data de Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN).
Sobre la posibilidad de una modificación en el reglamento de la ley 29022 (Expansión de infraestructura en Telecomunicaciones), que facultaría a las municipalidades a autorizar la instalación de las antenas, Iriarte calificó esta propuesta como una ‘incongruencia’ teniendo en cuenta la necesidad de antenas en el país, tal y como lo sabe el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
“El usuario requiere más conectividad pero no quieren más antenas entonces el municipio lo que hace es no dar los permisos, poner trabas, por no perder los votos a futuro. Son intereses”, acotó.
Entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS), han asegurado que las antenas no afectan la salud. Sin embargo, este mito es el primer caballo de batalla de algunos sectores que se oponen al crecimiento y evolución de la tecnología.
De esta manera el especialista en tecnología y abogado de profesión expresó su preocupación porque de retrasarse el servicio 5G en el país, se estaría alargando la implementación de proyectos importantes relacionados con la seguridad, tecnología; y en el aspecto económico, se truncarían diversos negocios para los medianos y pequeños empresas, para quienes la comunicación es imprescindible.
“Las antenas son tan importantes como el agua y la luz. Si queremos mejor comunicación, que el Internet no se caiga, que podamos usar productos tecnológicos de última tecnología debemos permitir el avance de estas instalaciones. Y no permitir que ninguna entidad pública obstruya estas colocaciones”, mencionó.
La instalación de más antenas y torres, ha traído beneficios tangibles para muchos distritos, en materia de seguridad ciudadana, pues en dichas torres se han instalado potentes cámaras que pueden hacer reconocimiento facial y por tanto, detectar a delincuentes y personas perseguidas por la justicia.