Cientos de personas gritaban en mandarín mientras el avión biplaza de alas de gaviota se elevaba y planeaba a unos 30 metros por encima de sus cabezas, antes de descender suavemente a tierra. “¡Hagamos que los chinos nos sintamos orgullosos en Dubá!”, gritaban al unísono algunos de los más entusiastas.
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En los últimos meses, la compañía china Xpeng Aeroht ha realizado dos vuelos públicos inaugurales de sus aviones. Al de 90 segundos cerca de la emblemática isla Palm Jumeirah de Dubái, en octubre, lo siguió otro en Cantón, China, dos hitos para la empresa, respaldada por el fabricante de vehículos eléctricos Xpeng Inc.
He Xiaopeng, el multimillonario fundador de la empresa de vehículos eléctricos, y otros patrocinadores apuestan en grande para superar los obstáculos normativos y capturar una porción de lo que se considera un mercado de US$ 1 billón que podría redefinir nuestra forma de desplazarnos.
“El auto volador se acerca a la realidad y creemos que era el momento oportuno para aportar nuestro granito de arena”, declaró Brian Gu, presidente de Xpeng, al margen del evento de Dubái, denominado GITEX. “El sector ha producido muchos avances técnicos, desde la reducción de peso hasta la evitación de obstáculos y la electrificación”.
Algunos dirán que es demasiado pronto para tanta osadía, mientras que otros creen en tanta maravilla. Aeroht, fundada en 2013 por Zhao Deli, de 45 años, que abandonó los estudios secundarios, fue el expositor estrella de GITEX, una de las mayores conferencias comerciales anuales de Dubái. El primer ministro de Emiratos Árabes Unidos pasó por el stand. La gente hacía cola para tomarse selfies con su prototipo en su stand, el más concurrido de la feria.
La exageración desmiente la realidad con la que las empresas rivales llevan años lidiando. Compañías como Lilium NV, Joby Avition Inc. y Archer Aviation Inc. entusiasmaron a los inversionistas con cotizaciones multimillonarias, pero ahora cotizan cerca de mínimos históricos. KittyHawk, del cofundador de Google Larry Page, cerró en septiembre.
La mayoría de los inversionistas esperan cierres de empresas y la consolidación del sector en los próximos años, incluso cuando los pedidos aumentan gradualmente, según un estudio encargado por la canadiense Horizon Aircraft Inc. publicado este mes.
Los inversionistas quieren encontrar “el Tesla de la industria de los autos voladores”, dijo Zhang Junyi, socio de la consultora Oliver Wyman que ayudó a fundar la casa de inversiones Nio Capital. Pero el mercado podría tardar entre 10 y 15 años en florecer.
“Invertir en la industria de los autos voladores es un duro maratón”.
El prototipo que voló en Cantón hace que Aeroht se destaque. Mientras muchos eVTOL, aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical, no tienen ruedas y no se pueden conducir en tierra, el modelo de sexta generación de la compañía china es un automóvil de verdad que también funciona en carretera. Parece un vehículo de lujo en lugar de un pequeño avión con ruedas, que es el enfoque de algunos contendientes.
De hecho, el modelo está diseñado para circular en carretera más del 90% del tiempo y solo volar cuando hay atochamientos u obstáculos. El fundador Zhao dijo en una entrevista que el automóvil, que tiene cuatro motores eléctricos y ocho hélices, podría empezar a fabricarse en serie en 2025.
Su precio rondará 1 millón de yuanes (US$ 140,000), una fracción del vehiculo de Joby (US$ 1.3 millones). Esto se debe, en parte, a que Aeroht puede aprovechar la extensa cadena de proveedores de Xpeng en toda China, señaló.
La búsqueda del eVTOL se remonta al menos a una década, cuando los emprendedores soñaban con democratizar los cielos. (O, más prosaicamente, de volar sobre lo que Elon Musk llama el tráfico que “destruye el alma”).
En los años siguientes, el campo se fue llenando de inversionistas que soñaban con hacer realidad una visión que solo existía en los cómics y la ciencia ficción. Según los analistas de Morgan Stanley, el sector de los eVTOL o movilidad aérea urbana podría llegar a US$ 1 billón en el 2040.