"Gaia", la enorme instalación de la Tierra flotante del artista británico Luke Jerram, se ve en Canary Wharf en Londres el 20 de enero de 2023. (Foto de Daniel LEAL / AFP) /
"Gaia", la enorme instalación de la Tierra flotante del artista británico Luke Jerram, se ve en Canary Wharf en Londres el 20 de enero de 2023. (Foto de Daniel LEAL / AFP) /

El núcleo terrestre es una esfera de hierro y níquel. Su temperatura es de 5.400°C y es posible que desde hace unos años se haya detenido.

No se trata de un presagio apocalíptico, sino de una investigación realizada por Yang Yi y Song Xiaodong del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Beijing en , quienes se basaron en vibraciones de análisis de los terremotos de los últimos 60 años.

Los científicos describen el núcleo de la tierra como una especie de “planeta dentro de un planeta”, ya que este flota dentro de una gruesa capa líquida.

LEE TAMBIÉN: Cadena de suministro: el impacto y las iniciativas a considerar ante el bloqueo de carreteras

Si bien es un elemento difícil de investigar, las generadas por terremotos y explosiones nucleares pueden dar pistas de su estado.

La teoría, publicada en la revista Nature Geoscience, no solo señala que el núcleo interno gira de un lado a otro como un columpio, sino que este sucede en ciclos de siete decadas y con cambios de dirección de rotacción cada 35 años.

Dicho análisis determina que desde el 2009 el núcleo terrestre se frenó y desde entonces gira un poco más lento que la corteza. “Desde el punto de vista de la superficie, donde están las estaciones sísmicas, el núcleo gira ahora en dirección contraria; hacia el oeste”, comentó Song a El País.

Consecuencias

Xiadong Song en 1996 trabajaba en Estados Unidos y trabajó en conjunto en un estudio donde analizó señales sísmicas y demostró que el núcleo interno de la tierra gira más rápido que la corteza.

MIRA AQUÍ: ¿Una moneda común en Sudamérica? Esto opinan los economistas

En 2005 logró confirmar las observaciones. Por lo que detalló que el núcleo da una vuelta más al resto del planeta cada 900 años.

Esta falta de sincronía se debe en parte a que las mareas y el alejamiento progresivo de la Luna han ido frenando la corteza y los días no duran exactamente 24 horas. Desde hace unos años, los días se están acortando unas fracciones de segundo desde hace unos años.