La compañía Boeing informó ayer que retirará la cápsula Starliner del cohete Atlas V y la enviará a su “fábrica”, una instalación cerca de Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.), para una “resolución de problemas más profunda” de las válvulas de su sistema de propulsión.
La nave tenía previsto despegar la semana pasada desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, pero un “inesperado” fallo en una válvula obligó a aplazar el lanzamiento en dos ocasiones para proceder con una inspección técnica.
El anuncio supone la suspensión indefinida por parte de la firma de la tentativa de enviar la cápsula no tripulada rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), en la que iba a ser su segunda misión de prueba.
“Con la NASA, hemos decidido retirarnos de esta ventana de lanzamiento para dar paso a otras misiones de prioridad nacional”, agregó la firma en un mensaje de Twitter.
Boeing y ULA, la firma propietaria del cohete Atlas V, procederán a desmontar la cápsula en el hangar en el que ha estado desde el pasado 4 de agosto para el correspondiente traslado a su nueva ubicación.
Según señaló en teleconferencia John Vollmer, vicepresidente del Programa de Tripulación Comercial de Boeing, el problema fue ubicado en 13 válvulas del total de 64 que tiene el sistema de propulsión, las cuales permanecieron cerradas cuando debían estar abiertas, un “significativo” inconveniente que propició la suspensión del vuelo.
La compañía esperaba poder resolver el problema durante este mes, pero finalmente descubrieron que el problema requería una revisión profunda, que por lo pronto descarta cualquier posibilidad de lanzar la nave este año.
La suspensión de la misión, llamada OFT-2, es un duro revés para la compañía privada, que afrontaba una gran expectativa alrededor este segundo vuelo de prueba de la cápsula no tripulada, tras una fallida misión en 2019.
En diciembre de ese año, una primera misión de prueba con la nave Starliner despegó con éxito pero fracasó luego en su intento de llegar a la estación espacial debido a problemas con el software. La cápsula tuvo que aterrizar de emergencia en Nuevo México.
En su segunda misión de prueba, la cápsula tenía que haber llegado a la EEI con más de 400 libras (181 kilos) de carga, y a su vuelta traer más de 550 libras (249 kilos), incluyendo parte del sistema de tanques recargables de oxígeno que proporciona aire respirable a los ocupantes de la estación, según informó la NASA.
La OFT-2 tenía como objetivo probar la cápsula de Boeing antes de que realice para la NASA un viaje con astronautas a la EEI, el primero de los cuales estaba previsto para fines de este año, aunque tras el anuncio de hoy dicha misión queda por ahora en suspenso.
Boeing y SpaceX tienen contratos millonarios con esa agencia aeroespacial para encargarse del traslado de astronautas y equipos a la estación espacial desde suelo estadounidense.
SpaceX ha llevado ya dos misiones tripuladas a la EEI, a la que se suma una de prueba con astronautas, además de varias de carga en sus cápsulas Dragon