¿Y que le dirías a alguien que siente que está perdiendo? A veces y se gana y a veces se aprende. SÍ, le diría eso, a veces se gana y a veces se aprende.
Hace algunos meses escuché esta frase por primera vez a un compañero de trabajo, César, por quien tengo un alto aprecio. Él siempre está optimista y sonriente. Y no siempre todo le sale bien. Pero cuando algo le falla, César no considera que pierde, sino que aprende.
Qué virtud, ¿verdad?. Cuando se lo escuché decir pensé mucho en lo que había detrás de esa frase desde el punto de vista de actitud.
Primero, nunca eres derrotado. Es alucinante. Vas por la vida sólo ganando o aprendiendo. Segundo, nunca te deprimes. Porque no hay motivo, dado que sólo ganas o aprendes.
Esa capacidad de recoger siempre lo positivo de cada circunstancia es increíble. Es que la actitud hace la diferencia para ser feliz.
Seguro has oído alguna vez eso de que el conocimiento y las habilidades suman, pero la actitud multiplica. Y claro que es verdad. Pero ¿qué es la actitud?. ¿Dónde se compra?
Fíjate, la actitud no significa no darse cuenta de las cosas que pasan. No significa no ver las dificultades o las situaciones a resolver. Actitud no es ser ingenuo o voltear la mirada cuando hay dificultades. No. No se trata de mirar a otro lado, sino de mirar diferente. Eso es actitud: mirar diferente.
Mirar entendiendo que la simple dificultad del trabajo te crea la victoria. Mirar aceptando mis limitaciones pero recordando que creer y crear están a sólo una letra de diferencia. Mirar con la convicción de que sólo soñar en grande nos hace grandes.
Mirar diferente. Suena fácil. Pero si fuera fácil no sería tan buen negocio todos los tratamientos para la depresión ni se hablaría tanto del estrés.
Mirar diferente tiene sólo un secreto: mirar qué quiere la vida de mi antes de qué quiero yo de la vida. Esa es la clave. Qué quiere la vida de mi antes de qué quiero yo de la vida. Esforzarse en perseguir lo que tu quieres de la vida es una lucha sin final. Lo importante es identificar lo que la vida quiere de ti. Tu razón de ser. Tu por qué. Tu propósito. Cuando vas en la línea de lo que la vida quiere de ti, vas cuesta abajo. Porque la vida te acompaña. Cuándo vas buscando lo que tú quieres de la vida, vas cuesta arriba. Agotador y no llegas nunca.
Cuestión de actitud, decimos muchas veces. Cámbialo ahora por “mirar diferente”. Y cuando sientas que estás perdiendo, de inmediato ponte a mirar diferente. Recuerda que a veces se gana, y a veces se aprende.