Podcast Tres minutos basta: ¿Y que le dirías a alguien que se siente agotado?
Podcast Tres minutos basta: ¿Y que le dirías a alguien que se siente agotado?

¿Y qué le dirías a alguien que se siente agotado?. La vida es cansada, pero el amor descansa. Sí, le diría eso. La vida es cansada, pero el amor descansa.

¿Quién no está cansado?. El niño que lleva yendo al colegio todos los días desde hace 7 años, y aun le quedan años. El universitario que con ilusión avanza en su carrera, pero hay que hacerlo cada día. La madre que cada mañana sale a trabajar contando los días para sus vacaciones, o el padre que cada tarde vuelve a casa con ganas de descansar para volver a empezar al día siguiente. ¿Quién no está cansado? Es que vivir es cansado. No hay duda de eso. La vida es cansada.

Descansamos en el sofá o en la cama. Y allí el cuerpo se recupera para volver a empezar. Y al día siguiente volvemos a nuestras ocupaciones con la actitud de “uff, otro día más que recorrer”. Y sentimos que la vida es recorrer los días haciendo, descansando y haciendo otra vez para volver a descansar. Sin disfrutar el trabajo. Quejándonos. Frustrados. Entonces aparece el momento de “estoy agotado”.

Es que no basta descansar el cuerpo. Hace falta el amor. El amor que descansa. El por qué y para quien hacemos las cosas cada día. El verdadero motor de cada día. Y entonces encontramos a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestro equipo, a nuestros clientes, a nuestra ciudad. Cuando entendemos que todo lo que hacemos lo hacemos por y para alguien. Cuando ese alguien tiene nombre. Cuando sabemos que lo que nos mueve es el amor a ese alguien. En ese momento estamos descansados y cargados de energía.

El niño vuelve a estudiar por amor a sus padres. El universitario por amor a sí mismo para construirse un futuro. La madre y el padre por el amor a sus hijos. Algunos lo haremos por amor a nuestro país. E incluso algunos lo haremos por amor a lo que hacemos, como es el caso de los artistas.

Hacer las cosas por amor le da un propósito a todo lo que hacemos. Y desde ese momento deja de agotarnos.

Tener consciencia de ese amor es fundamental. Explica nuestro esfuerzo y nos fortalece. En cada actividad identifiquemos para quién es el beneficio de lo que hacemos y hagámoslo pensando en la alegría que le daremos a esa persona.

En uno de los primeros episodios de Tres Minutos Basta hablábamos sobre el trabajo como dar alegría con alegría. Para sentir la alegría hace falta tener claro por y para quien lo hacemos. Y hacerlo con amor. Porque la vida es cansada, pero el amor descansa.