¿Y qué le dirías a alguien que quiere promover cambios? Cuando hay ruido pasan cosas. Sí. Le diría eso. Cuando hay ruido pasan cosas.
Este es el último episodio de la primera temporada de Tres Minutos Basta. 52 episodios centrales. Un episodio de propósito. Y este último episodio que pretende ser el epílogo.
Hace 53 semanas que entregamos pastillas con reflexiones para crecer en el liderazgo basado en valores. Con más de 35 mil reproducciones, podemos pensar que somos muchos los que coincidimos en poner primero a las personas, en trabajar buscando impactos positivos en la sociedad que nos acoge, y en cuidar el entorno como parte esencial del liderazgo. Seguro que muchos coincidimos en hacerlo con alegría para ser mejores personas y profesionales más eficaces. Y probablemente estamos convencidos que nuestra felicidad está en nuestras manos y que depende de sorprendernos de las maravillas que nos regala la vida.
¿Es suficiente?. ¿Hacer las cosas bien y basados en valores es nuestra única obligación?, ¿o debemos compartir lo que hacemos para que seamos más los líderes responsables participando activamente en la sociedad?. ¿Cuánto invertimos en lo que hacemos y cuánto en contarlo?
Ya no es tiempo de ir por la sombra y con pasos quedos para no despertar a los que piensan diferente. Es momento de mostrar que el liderazgo responsable crea riqueza y valor para la sociedad. Haciendo y diciendo.
Las empresas responsables tienen que empezar a mostrar a todos lo que hacen, para que se vea su aporte a la sociedad y que el modelo es conveniente. Los líderes responsables tienen que ser portavoces de su estilo de liderazgo para que otros quieran seguirlos.
Nuestra sociedad se está quedando sin figuras que sean modelos de comportamiento. Pareciera que la corrupción y el mal hacer es el modelo de éxito porque quienes han hecho de ese estilo su forma de vida viven ufanándose de sus logros.
¿Dónde están los líderes de empresas responsables?, ¿Dónde los leemos o los escuchamos?. ¿Dónde vemos su actuar como un modelo ejemplar que replicar?.
Es momento de hacer. Claro que sí. Pero también de comprometerse a que nuestros actos tengan un impacto exponencial para pasar de micro cambios a macro cambios. Para movernos de algunas empresas admiradas a un empresariado admirado. Para pasar del mejor lugar para trabajar a un país que sea el mejor lugar para vivir.
Nuestros países necesitan del compromiso de sus líderes honestos para promover comportamientos con valores, apoyados en el humanismo liberador que devuelve su lugar al ser antes que al tener, y así impulsar sociedades más justas e igualitarias que cuiden su entorno.
Si queremos cambiar las cosas no podemos callar. Sólo cuando hay ruido pasan cosas.