Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que se siente frustrado por sus resultados?
Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que se siente frustrado por sus resultados?

¿Y qué le dirías a alguien que se siente frustrado por sus resultados? El esfuerzo supera al talento. Sí, le diría eso. El esfuerzo supera al talento.

El 8 de septiembre de 1993 nació en Orlando, Florida, un niño llamado Carl Joseph. Nació sin la pierna izquierda. A los 19 años, y sin usar ninguna prótesis, lanzaba 12.20 metros en peso y más de 36 metros en disco. Saltaba 1.78 metros en altura y podía clavar un balón en el aro de basketball. Destacó en atletismo, baloncesto y fútbol americano.

Algunas veces nos sentimos frustrados porque no alcanzamos los resultados que buscamos. La frustración nos lleva a pensar que no tenemos el talento y eso nos frustra más. En nuestra cabeza da vueltas la frase “no es justo” porque pareciera que a otros se les da más fácil lograr lo mismo.

El talento, entendido como la capacidad instalada que viene de fábrica, sin duda tiene mucho que ver en nuestros éxitos. Vemos cuando alguien es bueno para los números, a otra persona se le da muy bien escribir. Alguno nace con buen oído y canta fenomenal, y todos tenemos alguna amiga o amigo que se la dan bien los deportes.

Pero Carl Joseph claramente no vino con la capacidad instalada adecuada para triunfar en los deportes. Le faltaba una pierna. Además, en aquella época no estaba permitido usar prótesis. Y pese a esa falta de talento, a punta de esfuerzo, logró lo que buscaba. Evidentemente el talento ayuda, pero no es determinante.

El verdadero talento no está en la capacidad instalada que uno trae. No. El verdadero talento está en la perseverancia. Perseverar y seguir intentando sin cansarse es lo que logra los resultados.

En este mismo podcast he dicho alguna vez que el que aguanta gana, y también que no hay problema que se le resista a la pasión. Leyendo la biografía de Carl Joseph me convenzo más de ello.

También podemos echarle la culpa al momento. Podemos decirnos que no era el momento perfecto. Pero no es así. No hay que esperar un momento perfecto sino hay que hacer perfecto a cada momento. Eso, nuevamente pasa por perseverar.

A veces sentimos que ya no podemos más, qué es muy difícil el reto. Pero olvidamos que la simple dificultad te crea la victoria. No hay éxito si fuera fácil. La victoria está en superar la dificultad.

Así que, si los resultados no te acompañan, no te canses ni te frustres. Empieza de nuevo. Recuerda que el esfuerzo supera al talento.