¿Y que le dirías a alguien que busca alcanzar el éxito? Uno sabe dónde empieza, pero no dónde termina. Sí, le diría eso. Uno sabe dónde empieza, pero no dónde termina.
Según la encuesta Randstad, dos de cada tres españoles no trabajan en aquello para lo que estudiaron. En México, el 50% de los universitarios graduados trabaja en algo que no estudió, según cifras de la OCDE. El Foro Económico Mundial publica que para el 2025, 85 millones de empleos en el mundo quedarán obsoletos, mientras que aparecerán 97 millones de nuevas necesidades y por tanto nuevos perfiles serán necesarios.
En el mundo de los emprendimientos y de startups se habla continuamente de “pivotar” que no es otra cosa que cambiar tu modelo original de negocio por otro. Recordemos que la Coca Cola se inventó como una medicina para aliviar la fatiga y el dolor de cabeza, y mira cómo ha terminado; y Nintendo empezó fabricando naipes que pronto fueron diseñados que figuras de Disney y se enfocaron en los niños. Y mira lo que hacen ahora.
Podríamos dedicar todo este podcast a contar muchos y diferentes ejemplos de personas que estudiaron veterinaria y terminaron como gerentes de marketing, así como empresas que empezaron haciendo un negocio y terminaron en otro negocio.
Lo que sucede es que a veces no tenemos claro lo que configura el éxito, y entonces, pensamos que si estudié medicina debo terminar como un médico brillante o si inicié una panadería debo terminar con una cadena de panaderías.
El éxito requiere de tres cosas que son clave:
- La primera es atreverse a salir de la zona en la que te sientes cómodo. Cruzar las fronteras de tu negocio o tu actividad y meterte en algo nuevo y diferente buscando siempre resolver una dificultad que tenga la sociedad. Hay que incomodarse un poco tratando de arreglar algo que no nos gusta cómo funciona.
- La segunda es volver a la carga con algo, aunque crees que ya lo has probado y no ha salido bien. Es decir, darle una segunda y una tercera oportunidad a aquello en lo que crees, recalibrando y ajustando, pero intentarlo nuevamente. Insistir y volver a insistir.
- La tercera es confiar en que puedes hacerlo. Confiar en ti, confiar en tu equipo, confiar en el mercado, confiar en el momento. Y para quienes somos creyentes y tenemos fe, confiar en Dios, porque en él encontramos fortaleza.
El éxito requiere cambiar varias veces. El camino se va dibujando mientras se camina. Cada vez con mayor frecuencia y a mayor velocidad, porque la tecnología nos mueve el escenario continuamente. Por eso uno sabe dónde empieza, pero no dónde termina.