El programa de alimentación escolar Qali Warma “ya no era suficiente”, de acuerdo con el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, por lo que el gobierno de Dina Boluarte ejecutará desde 2025 “Wasi Mikuna” —comida casera, traducido del quechua— para atender a más de 4 millones de escolares. No obstante, especialistas advierten que se necesitan cambios “más allá del nombre” y del rol abastecedor para nutrir a los peruanos del mañana.
La nutricionista Saby Mauricio recuerda que Wasi Mikuna llega en un contexto donde 3 de cada 10 niños tiene sobrepeso y 4 de cada 10 está anémico —según cifras oficiales—, por lo que el cambio no debe darse “de las cenizas” del programa gestado hace más de diez años. “Si Wasi Mikuna solo entregará raciones será un fracaso. La alimentación es un derecho y se debe asegurar que sea la adecuada. ‘Llenar la barriga’ no es la razón ni misión de un programa social”, comentó la también exdecana del Colegio de Nutricionistas del Perú a Gestión.
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No basta con llevar un plato de comida
Mauricio sostiene que Wasi Mikuna tiene que garantizar la ingesta de nutrientes a los escolares a partir del incremento de nutricionistas en los planes de distribución de alimentos ya que “no es lo mismo atender a un niño mal nutrido que a uno bien nutrido”.
Según Qali Warma, son 40 nutricionistas los que velan por la producción de los menús. Dicho umbral, junto al universo de menores beneficiarios contemplados para Wasi Mikuna, es insuficiente, señala la especialista.
“En Brasil, donde llegan a 40 millones de escolares, se tiene un nutricionista por cada 500 escolares. Aquí se ha reducido el número de nutricionistas. Se requiere control en la calidad de los alimentos. ¿Qué se hace preparando alimentos si no hay la capacitación para reducir la falta de nutrientes y proteínas? Además, si queremos impactar hay que atender a 9 millones de niños, no solo a los 4 millones que cubría Qali Warma”, acotó.
Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social —y protagonista en la creación de Qali Warma hace poco más de una década— sostiene que el programa funcionó bien hasta 2016, ya que cumplió con atender a 4 millones de niños durante los 190 días del calendario escolar; sin embargo, la debacle se gestó con la falta de transparencia, lo cual se tradujo en casos como la repartición de conservas no aptas para consumo infantil a cargo de Frigoinca o el reemplazo de leche por bebibles sin el mismo valor nutricional.
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“Los programas de alimentación pública no pueden entregar productos que los proveedores hacen especialmente para estos. Se debe exigir que lo que se entrega a los niños tengan la calidad de las cosas que se pueden encontrar en los mercados. Que las madres no sientan que la lata de pollo o atún que reciben sus niños solo se da en Qali Warma”, mencionó a Gestión.
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Trivelli considera que la inclusión de los padres de familia en la supervisión y elaboración de menús en Wasi Mikuna le genera preocupación porque, sin distinción de estrato socioeconómico, las familias no suelen elegir “lo mejor nutricionalmente para darle de comer a nuestros niños”. Incluso, el Midis reconoció a Gestión que entregarán una subvención económica a los padres “para que no solamente preparen los alimentos sino también los compren”.
“A quien le entreguen el dinero es lo de menos. Preocupa cómo se garantizará que aquello que se compre o elijan los padres cumplan con los estándares de calidad y aporte nutricional. Se cree que basta con platos muy grandes pero que no son nutritivos (...) No enfatizamos las frutas y verduras. Dejar eso (la alimentación de los niños) en las manos de las APAFA la verdad que me parece un retroceso para el bienestar nutricional”, resaltó.
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Las especialistas coinciden en que se lastra una falta de “cultura alimentaria” para mitigar el avance de la malnutrición en el Perú. “Debemos instalar entornos saludables dentro de las escuelas y un control exhaustivo de los riesgos para evitar casos de intoxicación”, puntualizó Mauricio.
Periodista con más de 5 años de experiencia en la cobertura de coyuntura económica e informes especiales en prensa escrita y digital.
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