En el mundo se están desarrollando unas 160 posibles vacunas contra el COVID-19, algunas de las cuales ya se encuentran en la fase de ensayos clínicos con pacientes y serán probadas en el Perú. Para esto, se contará con una cantidad determinada de voluntarios, que recibirán una póliza de seguros.
La presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), Fabiola León - Velarde, indicó recientemente cuáles son los pasos previos para iniciar con la fase tres de la vacuna en el Perú. El primero de ellos es un acuerdo Gobierno a Gobierno, con uno de los países donde se desarrolla la vacuna, para el cual la Cancillería ya está entablando conversaciones con China, Reino Unido, Australia y otros.
Asimismo, se necesita que la realización de las pruebas esté a cargo de un grupo de científicos y ya hay cuatro grupos de ellos que están avanzando en esta línea.
El proceso más avanzado corresponde al grupo conformado por científicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), que realizará las pruebas con la vacuna desarrollada por el laboratorio Sinovac Biotech, con sede en Pekín. Este laboratorio ha indicado que necesitará por lo menos unos 5,000 voluntarios para los ensayos clínicos en Perú.
“La fase 3 es bastante costosa. Para unas 5,000 personas, el costo se estima entre US$ 6 millones y US$ 8 millones, porque requiere de un seguro (para los voluntarios), que es buena parte del costo”, indicó la titular del Concytec a Gestion.pe.
Precisó que la negociación de país a país, a cargo del MEF y la Cancillería, definirá si el laboratorio cubrirá el costo total de los seguros en el Perú o si el Gobierno peruano deberá asumir parte de este.
Al respecto, el gerente legal de Apeseg, Eduardo Chávez de Piérola, señaló que en esta situación correspondería contratar un seguro de responsabilidad civil, que podrán brindar las compañías de seguros generales.
Para ello, el Gobierno deberá emitir una norma que regule su uso en las pruebas de vacunas contra el COVID-19. En ella se precisaría qué tipo de eventualidades cubrirá el seguro.
“En el caso de que el laboratorio sea el que asuma el seguro, deberá contratar una póliza de responsabilidad civil. Si yo soy voluntario, el laboratorio me va a hacer firmar una declaración jurada en la cual yo lo libero de cualquier tipo de responsabilidad, como ocurre cuando una persona se hace una operación y hay un riesgo residual. Podría suceder que más tarde el voluntario denuncie una negligencia del laboratorio y esta persona o sus deudos podrían exigir una indemnización”, explicó Chávez a Gestion.pe.
Este tipo de seguro genera una póliza por un año. Si la persona afectada presenta el reclamo dentro de ese plazo, este derivaría en un proceso judicial y la compañía de seguros deberá asumir el pago de la indemnización cuando exista una sentencia firme, aunque esta última se emita en años posteriores.
“Estos daños y perjuicios deberán ser asumidos por la póliza de responsabilidad civil, que se asemeja a ‘una gran bolsa de dinero’ con el cual se cubrirá la indemnización de todos los casos que se presenten, siempre que exista una sentencia judicial firme que acredite una mala práctica”, agregó.