Lima es una ciudad antigua. Principalmente el Cercado de Lima, donde las construcciones datan del siglo XVI. De igual manera, dentro del patrimonio histórico, hay construcciones de los años 1980 y 1990, que en muchos casos no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad y de seguridad.
Esto es un peligro latente frente al desastre que pueda ocasionar, por ejemplo, un incendio de gran magnitud, como viene ocurriendo en los últimos años. Además, de la alerta constante por un posible terremoto en la capital que frecuentemente es materia de discusión por parte del Instituto Geofísico del Perú (IGP).
“En cuanto al uso, muchas veces se violan las ordenanzas y las normativas, como en el caso de este incendio (en la cuadra 9 del jirón Cusco en Barrios Altos) que aparentemente también ha tenido almacenamiento de productos pirotécnicos, que está prohibido por ley”, comenta Doris Jave, vocera del Colegio de Arquitectos del Perú, en entrevista con Gestión.
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Construcciones antiguas
Desde los inicios de la Colonia (1533-1821), la zona de Lima conocida como los Barrios Altos fue uno de los lugares más densamente poblados debido a que por allí –las portadas de Maravillas, Barbones y Cocharcas– transitaban todos aquellos que se dirigían al centro y sur del Perú. Históricamente se podría decir que el área de los Barrios Altos, durante la época virreinal, estaba ocupada principalmente por iglesias.
Sin embargo, la belleza no es eterna. El tiempo no pasa en vano. Un claro ejemplo de eso son las viejas quintas y balcones de madera que abundan en esta zona. Además de las construcciones antiguas sin material de reforzamiento expuestas a los desastres.
“Tenemos tipos de casonas que contienen madera, otras edificaciones que están a base de acero, hormigón, y la combustibilidad, la conductividad, el calor es distinto. En cualquiera de los casos, sí se requiere una intervención inmediata, asegurar que la vivienda sea segura, y esto se da a través de una inspección técnica de especialistas profesionales, especializados, y a través de una adecuada fiscalización por parte de la Municipalidad”, explica la arquitecta Doris Jave.
“Ante la modernidad de las construcciones antiguas de la capital, tenemos diferentes programas a través de la Municipalidad Metropolitana, Pro Lima y el Ministerio de Cultura, que a través de la unidad ejecutora 008, realiza proyectos especiales con la intervención del mejoramiento de los centros históricos, no solo para Lima, sino Arequipa, Trujillo, Ayacucho, y que finalmente se va a desarrollar en Barrios Altos, Rima, Huamanga, a través de poner en valor el patrimonio cultural, y esto implica un reforzamiento estructural y puesta en valor de nuestro patrimonio, y en el caso de la infraestructura comercial, que no es patrimonio, pero está inmerso en estas zonas, definitivamente lo complementamos con normativas y ordenanzas que permiten fiscalizar y muchas veces prohibir que se almacenen materiales inflamables. En el caso de la ordenanza 498, almacenar materiales pirotécnicos, manipularlos, sin embargo, una limitación que tenemos es el débil trabajo de repente de fiscalización municipal ante esta realidad”, agregó.
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Edificaciones seguras
Respecto a que necesita una edificación para ser segura, según el Colegio de Arquitectos del Perú “esto no solo aborda el tema individual, familiar, sino también parte desde el planeamiento urbano de las diferentes municipalidades, identificar zonas vulnerables, zonas habitables y claramente urbanizables, para luego pasar por una adecuada elaboración de planos, estudio de suelos, contratar mano de obra calificada para la construcción, y finalmente cumplir con los estándares y normativas vigentes”.
Así como hemos citado el caso de Barrios Altos, como un grupo de construcciones antiguas expuestas al peligro, también están las edificaciones modernas, que cuentan con diversos estándares de seguridad.
“Otro tema también bastante importante para mejora de los centros urbanos, hablando de cercado de Lima, es la eliminación del cableado eléctrico. Esto pasa también por una ordenanza que se ha aprobado el presente año y tiene como plazo 24 meses, en el cual se deberá soterrar el cableado de la EPS eléctrica y comunicaciones, con la finalidad de mejorar la zona urbana, ponerla en valor y, sobre todo, permitir que ante un aniego, ante un incendio, los camiones de bombero y cualquier vehículo que tenga que ingresar no se limiten, como lo que ha pasado en el incendio del miércoles 13″, puntualizó la especialista.
Escribo sobre política, economía y afines. Periodista con nueve años de experiencia en prensa escrita, radio y televisión.
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