La preocupación sigue latente en la región Puno ante la baja de los niveles de agua del lago Titicaca. Sin embargo, la oficina del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), descartó que esto sea por el déficit de lluvias e informó que este cambio se está dando desde hace varios años.
El director del Senamhi Puno, Sixto Flores Sancho, afirmó que la temporada de lluvias 2022-2023 es la más crítica e incluso la más grave en cuanto al descenso del nivel del lago Titicaca, pero que es un hecho que ya se notaba desde el 2014.
“La cantidad de precipitaciones se han reducido en 49 %, casi la mitad de las lluvias que habitualmente suele tenerse en los meses de diciembre a marzo”, expresó en una entrevista al programa Andina al Día.
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Situación podría empeorar
El funcionario mencionó que si no se generan lluvias o hay una sequía, esto ayudaría a que el lago Titicaca siga bajando de niveles, ocasionando grandes estragos a sectores como la ganadería, el turismo y el agro.
En ese sentido, el director del Senamhi, recomendó, a las autoridades que planifiquen y trabajen a mediano y largo plazo para que, “ante situaciones que se puedan presentar en el futuro, también tengamos cómo defendernos”.
“De hecho, el nivel ha descendido notablemente en estos últimos años y continúa descendiendo en este 2023, a pesar de que hubo precipitaciones regulares en los meses de octubre y noviembre, pero dichas cantidades no compensan a la tasa de evaporación, que es una vía por la cual se pierde masa es decir, volumen acuático”, puntualizó.
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Según detalló el especialista, el retiro de las aguas, depende de la profundidad del área que tenga el lago en sus orillas y que en el caso la ciudad de Puno, específicamente en la zona cerca a Aduanas, “el agua se ha retirado entre 1 a 1,5 km en tanto en otras zonas no fue tanto”.