Una investigación pionera buscará por primera vez el origen del mercurio que ha contaminado a la mayoría de miembros del pueblo indígena nahua, una tribu de la Amazonía peruana en contacto inicial al mantener esporádicas relaciones con la sociedad moderna desde hace apenas 30 años.
El inicio de este estudio fue presentado este martes en Lima con la suscripción de un convenio entre el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Ambiente y el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia, que se encargará de analizar las muestras que se tomen en la zona.
El representante del IRD en el Perú, Javier Herrera, explicó a la Agencia Efe que la investigación es pionera en varias dimensiones, entre ellas por el desarrollo de una metodología que podrá ser replicada para otras poblaciones nativas con el mismo problema en Perú o en otras partes de Suramérica. Herrera también destacó el carácter multidisciplinar del estudio, ya que participarán especialistas en ciencias geoquímicas, hidrología amazónica y antropología lingüística, entre otras ramas.
“Es también original porque la población nahua va a participar activamente a lo largo de todo el estudio y es importante porque los resultados darán lugar a políticas públicas de acción inmediata”, comentó Herrera. Las principales hipótesis son que la minería ilegal o la degradación de suelos a causa de esta misma actividad son la fuente del mercurio que ahora está dentro de los organismos de los nahuas.
“Estas hipótesis tienen que ser evidentemente corroboradas a través de experiencias, mediciones y análisis. También se necesita saber a través de qué mecanismos de la cadena alimenticia pasa el mercurio”, apuntó Herrera. El estudio tiene dos fases, con una primera que comenzará la próxima semana para diseñar la metodología y concretar el plan de trabajo y las misiones a la zona donde habitan los nahuas, una etnia minoritaria de apenas 380 miembros.
Este pueblo indígena se concentra en torno al poblado de Santa Rosa de Serjalí, que se encuentra dentro de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nantis y Otros (RTNN), un espacio acotado de la Amazonía peruana para garantizar la protección de estas poblaciones nativas en contacto inicial. La reserva se ubica entre las regiones de Cusco y Ucayali, en el sur de Perú, y en ella viven varias poblaciones indígenas que, a pesar de conocer y tener contacto muy limitado con el resto de la sociedad, prefieren vivir voluntariamente en aislamiento con su forma de vida ancestral.
Un estudio médico realizado en 2015 por el Ministerio de Salud determinó que el 82 % de los habitantes de Santa Rosa de Serjalí presentan en su organismo niveles elevados de mercurio por encima de lo saludable, según lo comprobado en 90 de los 106 análisis de orina realizados. En la suscripción del convenio participó el ministro peruano de Cultura, Luis Jaime Castillo; el embajador de Francia en Perú, Antoine Grassin; y las viceministras de Interculturalidad, Ángela Acevedo; y de Gestión Ambiental, Albina Ruiz. Castillo afirmó que esta investigación significa, “para los pocos nahuas que quedan, la diferencia entre la vida y la muerte”.
“O lo solucionamos ahora o simplemente estamos condenando a este pueblo a desaparecer, como a tantos otros les ha pasado, pero no es un trabajo sencillo porque se trata de una población con contacto limitado”, recordó Castillo. En agosto, diversas organizaciones indígenas como el Consejo Matsigenka del Río Urubamba (Comaru) reclamó que se investigue y compruebe el origen de mercurio en las aguas del río Urubamba, donde varios de sus afluentes proceden de la RTKNN.