En esta entrevista, el presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), Rohel Sánchez, explica cómo será la relación entre Ejecutivo y las regiones y se pronuncia por las protestas al interior del país.
¿Qué expectativas tiene al frente de la ANGR?
En principio, lo que tenemos que hacer es trabajar por una auténtica descentralización, donde el estado tenga presencia en los distritos y centros poblados en educación, salud, seguridad y reactivación económica. La descentralización también implica que el Ejecutivo se desprenda de muchos proyectos que deben estar en manos de los propios gobernadores.
¿Cómo cuáles?
Por ejemplo, en agricultura tenemos el Plan de Gestión de Incentivos (PGI) y en muchas regiones no tienen presencia, tal es el caso de Arequipa. Otro caso es Sierra Exportadora, tampoco hay una intervención efectiva del Estado. Hay muchos programas y proyectos que el Gobierno debe descentralizar.
¿Cómo será la relación entre los gobernadores y el Ejecutivo?
Aquí hay una situación en concreto: los gobernadores tienen su propia independencia y responderán a un programa de trabajo de la asamblea. Desde la ANGR estamos convencidos que tenemos que trabajar con los tres niveles de Gobierno.
¿Qué percepción tiene sobre la presidenta Dina Boluarte?
Bueno, cuando el expresidente Pedro Castillo concretó el golpe de estado, inmediatamente me pronuncié en que debe darse la sucesión presidencial en el marco de la Constitución. En esa perspectiva, eso es lo que corresponde. Por lo tanto, lo que debemos decir es que si bien el Ejecutivo está cumpliendo su rol, debe dialogar más con el Congreso. Para poder salir de esta crisis social y política, tiene que haber un diálogo.
¿Le convenció el discurso que dio el premier Alberto Otárola ante el Congreso?
Puede haber muchas lecturas, pero en este momento no se puede hacer un calificación del premier cuando recién está iniciando su gestión, no sería pertinente. El Congreso le ha dado la confianza y apelamos a que el Ejecutivo le dé una mirada a las regiones y valore a las personas y sus derechos, garantizar su integridad y salud.
¿Para usted este premier es más dialogante que el anterior (Pedro Angulo)?
Bueno, lo que estamos viendo es que está dialogando con todos los sectores, pero todo lo que dice ahora tiene que hacerse efectivo. El diálogo es importante, pero si no se evidencia con hechos concretos o no se fija cronogramas para que se tengan resultados, no vamos a avanzar. Lo que nosotros esperamos es que con todos esos ofrecimientos que se hacen en función a inversiones y compromisos se establezcan los respectivos cronogramas y se diga, a partir de ello, los resultados que se tendrán.
LEA TAMBIÉN: Impulso y Con Punche Perú tendrían impacto acotado mientras reformas no arrancan
La ANGR exige el adelanto de elecciones generales de manera inmediata, pero el premier considera que ese pronunciamiento tiene una clara agenda política. ¿Qué le parece?
Definitivamente la ANGR no es una instancia eminentemente técnica, sino tiene una mirada política. Pero no hablamos de una política partidaria, sino de una política de apuesta por el cambio y, en esa medida, tenemos que pronunciarnos frente a la crisis política. ¿Qué exige la población? adelanto de elecciones para el 2023.
Pero desde el Ejecutivo sostienen que esa opción es prácticamente inviable porque afectaría el cronograma electoral...
Con mayor razón insistimos en que hay que sentar al Ejecutivo y Legislativo para que se pongan de acuerdo. Los organismos electorales señalaron que sí es posible adelantar elecciones para este año, si se eliminan las primarias.
¿Considera que el Gobierno debería ceder en su posición?
Creo que el Ejecutivo ha cedido en su posición, pero vemos más bien que el Congreso está con una agenda muy diferente a lo que exigen las regiones. Vemos que están planteando cesar en sus funciones a las autoridades electorales y hacer más de 50 reformas a la Constitución. Los congresistas están desconectados de la realidad en las regiones.
¿El Congreso debería aprobar la reelección de congresistas y demás autoridades?
El Congreso en este momento debe limitarse a hacer algunos ajustes a la reforma electoral y política, pero mínimos. Ir más allá traería consecuencias y la población no lo ve bien. La gente no está pidiendo eso (reelección).
LEA TAMBIÉN: Lima cerró el 2022 con más de 300,000 personas sin recuperar su empleo formal
¿Por qué lo dice?
La población no está planteando eso. Creo que no es el momento para aprobar una reelección de congresistas y autoridades, eso deben dejarlo para más adelante, en el marco de una autentica reforma política y electoral que se debe dar.
-En un mensaje la presidenta Dina Boluarte señaló que no renunciará. ¿Debería evaluar su postura?
Lo que vamos a fomentar es el diálogo y, a partir de ello, determinar si es viable hacer ajustes al cronograma electoral y la renuncia del Ejecutivo y Congreso. Hay que buscar todos los mecanismos posibles que se puedan dar, pero decir que se vaya el Legislativo y Ejecutivo, ¿con quién nos quedamos?.
-Otárola hizo una mea culpa a nombre del Gobierno por el mal manejo de la crisis y reconoció que faltó una política clara de comunicación. ¿Es suficiente?
No, esto no pasa por un tema de comunicación. Aquí se tiene que determinar las responsabilidades de las muertes y heridos.
¿Siente que desde el Gobierno hay una campaña para ‘terruquear’ o criminalizar las protestas?
No solo del Gobierno, también hemos escuchado esas voces en el Congreso. Que el servicio de inteligencia haga su labor e identifique a estas personas, pero creo que toda protesta es legítima, siempre y cuando sea pacífica.
Hasta ahora hay más de 800 heridos y 47 fallecidos por las protestas, ¿cuál es la responsabilidad del Gobierno en todo esto?
Las fuerzas del orden han actuado, asumo yo, sin contar con las herramientas necesarias y han ido más allá de lo que debe ser calmar una protesta, o proteger la integridad física de las personas. Ahí se tiene que identificar y dar las responsabilidad del caso. Hemos visto protestas internacionales en donde no ha habido muertes o daños a la integridad física, y aquí sucedió todo lo contrario.
En Puno hay algunas voces que piden separarse del Perú para formar la “República del sur”, conjuntamente con Cusco, Apurímac y Arequipa. ¿Qué le parece?
Una cosa es la tradición o que se pueda impulsar eso como una identidad regional, pero en este caso hay que ser muy cautos. Somos un país, somos Perú y en esa dimensión, más bien, tenemos que pensar en garantizar una auténtica descentralización. Asumo que todas estas voces es por el abandono del Estado en atender las necesidades de esa región (Puno), de satisfacer esas brechas que están años sin ser atendidas, esa es la reacción natural de la población, pero yo a eso no le doy mayor importancia o cabida.
LEA TAMBIÉN: Caída de importación de bienes duraderos anticipa desaceleración de consumo