Perú vivirá una jornada electoral “segura y tranquila” en los comicios generales del próximo 11 de abril, con una participación “importante”, a pesar del avance de la segunda ola de contagios del COVID-19, aseguró el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto.
“Estamos absolutamente seguros de que las elecciones son seguras y tranquilas si se cumplen los protocolos y de que no va a haber ningún rebrote después”, aseveró Corvetto durante una teleconferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).
Para sustentar su tesis, el jefe de la ONPE recordó que, en el contexto de la pandemia, “ha habido más de 86 elecciones y referéndums en el mundo, que se han realizado de manera exitosa”, sin que exista “un solo caso que haya podido ser probado de que la elección ha generado luego una evidente crecida” en los contagios de COVID-19.
Una sola jornada electoral
Corvetto detalló que, para la organización y el desarrollo de las elecciones generales, el país suramericano tomó como referentes a sus vecinos de la región que celebraron comicios en el último año, como Bolivia, Ecuador y Uruguay.
Perú no siguió, sin embargo, los pasos de Chile, que recientemente promulgó una ley de reforma constitucional para que las elecciones municipales, de gobernadores regionales y de convencionales constituyentes se realicen en dos días, el 10 y el 11 de abril, a fin de evitar aglomeraciones en los locales de votación.
En este sentido, Corvetto reconoció que en ningún momento se ha considerado esta posibilidad en Perú ya que, más allá de suponer “mayores costos”, también “ameritaría un cambio normativo y no existe tiempo para hacerlo”.
Los peruanos irán a votar
El objetivo, insistió, es dar las mayores garantías para proteger la salud de todos los actores electorales y, para esto, la ONPE amplió los centros de votación y creó hasta siete protocolos de seguridad.
Preguntado por la vacunación de los miembros de mesa, Corvetto afirmó que el organismo electoral “en ningún momento ha considerado las vacunas” como requisito, algo que sí planteó el Gobierno pero que finalmente fue rechazado ante la evidente escasez de este recurso.
En ese aspecto, el politólogo mencionó que cada ciudadano llamado a ser miembro de mesa, a partir de un sorteo que se realizó “privilegiando a los jóvenes y excluyendo a los mayores de 65 años”, recibirá un bono de S/ 120 (US$ 32), un incentivo que en el país tan solo se había dado en las elecciones del 2001, pero con un monto de apenas 30 soles.
“Estamos convencidos de que la participación de los miembros de mesa va a ser masiva” ante “esa combinación de juventud y bono”, sostuvo el politólogo, quien recordó que las encuestas señalan que nueve de cada diez peruanos irán a votar.
“Lo único que he encontrado en el Perú es una vocación de participación”, agregó Corvetto, quien se mostró convencido de que esta vez hay un “incentivo adicional que son las elecciones del bicentenario” y que, además, se encuentran con un Perú sumido a una gran crisis política, económica, social y de salud pública.
Conciliar sufragio y salud
“Va a ser una jornada histórica, donde se va a poder conciliar el derecho universal del sufragio y las garantías para la salud pública”, insistió.
Para lograrlo, el politólogo explicó que en los próximos días 27 de marzo y 4 de abril van a realizarse dos simulacros operativos, que se suman al esfuerzo de difusión y capacitación que ya está realizando la ONPE alrededor del país, en “coordinaciones muy intensas con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.
“Estamos realizando viajes en provincias para explicar un poco las múltiples novedades” y “generar confianza a través de dos cosas más concretas: la seguridad y la tranquilidad”, reiteró.