Unos de los temas que seguirá siendo una piedra en el zapato para el presidente Pedro Castillo son las investigaciones impulsadas en su contra tanto a nivel fiscal como en el Congreso.
Actualmente el mandatario afronta cinco investigaciones en el Ministerio Público por los casos Puente Tarata III, Petroperú, ascensos en las FF.AA., plagio en su maestría y la remoción del exministro del Interior, Mariano González.
A ello se suman las revelaciones de Bruno Pacheco, Zamir Villaverde y Karelim López, además de un colaborador eficaz que comprometen más al mandatario y su entorno palaciego y familiar.
En lo que respecta al Congreso, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales tiene en su agenda más de siete denuncias contra Castillo, mientras que desde la comisión de Fiscalización anunciaron que una vez que se inicie la nueva legislatura se iniciará una nueva indagación en su contra, y a su entorno.
Al respecto, el exprocurador anticorrupción Antonio Maldonado indicó a Gestión que estas investigaciones contra el mandatario se extenderán por varios años y aparecerán más indicios que lo comprometerán seriamente.
En ese sentido, dijo que al mandatario no le queda otra que sobrellevar esta situación y cambiar su actitud, como por ejemplo, asistir a los interrogatorios.
“La situación judicial de Castillo se va a agravar más y van a seguir apareciendo las revelaciones, a pesar de los intentos de criminalizar la fuga de información. Los esfuerzos de obstruir la justicia son evidentes y eso seguirá fluyendo”, advirtió.
Debilitamiento
Por su parte, el secretario general de Transparencia, Iván Lanegra, consideró que en este segundo año de gobierno la Fiscalía ganará mayor protagonismo que el Congreso en lo que respecta a las indagaciones contra el mandatario y su círculo cercano.
Coincidió con Maldonado en el sentido de que la situación del mandatario se agravará más, por lo que consideró que a este no le queda otra que cooperar con la justicia y mantener una total distancia del equipo especial de la PNP que apoya a la fiscal Marita Barreto, porque cualquier frase o acción suya podría ser interpretado como una interferencia en el proceso.
Lamentó que este primer año de gestión gubernamental no haya habido una política seria en lucha anticorrupción. “Se ha producido un debilitamiento”, acotó.