Tras haber asegurado su participación en la segunda vuelta presidencial de Perú, la extrema izquierda de Pedro Castillo y la derecha autoritaria de Keiko Fujimori buscan aliados y apoyos en medio de un resultado que para muchísimos peruanos representa uno de los peores escenarios políticos para su país.
Cuando ya se han contado más del 95.9% de las actas de las elecciones generales celebradas este domingo, Castillo consolidó su liderazgo, con un 19.09% de los votos, mientras que Fujimori también logró ratificar su segundo lugar, con 13.35%.
En cifras reales esto significa poco más de 2.6 millones de sufragios para Castillo, del partido Perú Libre, y 1.8 millones para Fujimori, representante del partido Fuerza Popular.
Con un universo de 25.2 millones de ciudadanos convocados a sufragar, el bajo apoyo a las otras candidaturas ha favorecido que Fujimori mantenga su ventaja sobre el ultraderechista Rafael López (11.68%) y el economista Hernando de Soto (11.64%).
El recuento de los votos pendientes será ahora más lento, porque la autoridad electoral deberá resolver problemas en las actas que hayan sido observadas o impugnadas, aunque el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas, anunció que se dará prioridad a las que estén vinculadas con los candidatos que disputarán la segunda vuelta, el próximo 6 de junio.
Calma entre los candidatos
Dos días después de los comicios generales, en los que también se votó para elegir a 130 congresistas y 5 representantes ante el Parlamento Andino, los candidatos han ratificado sus llamamientos a mantener la calma, con un Castillo aún en su región natal de Cajamarca, en el norte del país.
Por su parte, fuentes de Fuerza Popular señalaron a Efe que Keiko Fujimori solo se dirigirá a la población después de que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) entregue el resultado oficial de las elecciones.
Castillo ha dado un paso al frente y ya ha llamado a los grupos sociales y organizaciones nacionales a entablar un diálogo, ya que consideró que “el Perú necesita un cambio estructural para ya no seguir polarizando al país”.
El candidato aseguró que durante su campaña para la segunda vuelta no habrá “ninguna agresión” de su parte, pero sostuvo que sí se presentará “una competencia entre los ricos y los pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro”, así como “una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo”.
¿Extrema izquierda y extrema derecha juntas?
Mientras Fujimori envió, tras los primeros resultados del domingo, una propuesta de alianza al partido de De Soto, ha llamado la atención fue el ultraderechista López haya destacado la similitud de algunas de sus propuestas con las de Castillo.
“Él es provida y profamilia y estoy feliz, en esa parte coincidimos. Él recoge la gran angustia de un Perú abandonado”, aseguró López antes de señalar que si Castillo “va a ser presidente de la república, hay que ayudarlo para que saque el país adelante”. “Yo no le pongo ningún estigma”, remarcó.
Ante esto, Castillo saludó a todos los que estén dispuesto a sumarse a sus propuestas de Gobierno y dejó abierta la posibilidad de un acercamiento con López.
“Quién sabe y el señor López Aliaga y otros candidatos están convencidos de los grandes problemas que tiene el país y quienes hayan salido en este momento como candidatos, a alzar una voz a favor del pueblo”, acotó.
Rechazo al terrorismo
Por su parte, el fundador y secretario general del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, rechazó cualquier vinculación de su candidato y su agrupación con alguna agrupación subversiva, como se indica porque Castillo lideró una facción del sindicato de maestros vinculada con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso.
“Nosotros deslindamos con toda agrupación que tenga que ver con el terrorismo”, enfatizó Cerrón, quien fue gobernador de la región Junín y fue sentenciado en el 2019 a cuatro años y medio de prisión suspendida (sin ingresar a prisión) por delitos de corrupción.
El líder de Perú Libre reconoció, sin embargo, que la ideología de su partido se basa en el marxismo-leninismo y el “mariateguismo”, en referencia al pensador marxista peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930) que, según destacó, “nunca plantea un acto terrorista”.
“Nosotros más bien fortalecemos el sistema democrático al inscribir un partido, al participar en el proceso electoral”, indicó antes de añadir que el balotaje será una especie de “lucha de clases” con el fujimorismo, que “ha defendido un sistema en el cual se han apropiado de las empresas y de las riquezas del país”.
Cerrón también adelantó que solicitará reuniones con agrupaciones cercanas a la izquierda e incluso con algunas de la derecha, entre las que mencionó al partido Acción Popular (AP), del candidato Yonhy Lescano que, según dijo, tiene algunas posturas “pro Estado”.
El ganador de la segunda vuelta entre Castillo y Fujimori asumirá el Gobierno para el período 2021-2026 el próximo 28 de julio, día del bicentenario de la independencia de Perú, mientras que un día antes lo hará el nuevo Congreso.