El fiscal anticorrupción Elmer Chirre aseguró esta mañana que si las penas en el Perú fueran acumulativas al ex presidente regional de Áncash César Álvarez "le corresponderían 155 años" de prisión solo por el caso La Centralita.
"Debo hacer la precisión de que en el caso Centralita hemos sumado la cantidad de 155 años acumulado para Álvarez. [...] Esto sería solo por La Centralita", sostuvo en una entrevista con RPP.
Sin embargo, el fiscal detalló que este número lo brinda como una postulación del Ministerio Público, puesto que debido a que no existen penas acumulativas en la legislación peruana, se ha pedido 35 años de pena privativa de la libertad para Álvarez por este caso.
"[Los 155 años los digo ] como una postulación del Ministerio Público, ya que la ley no lo permite porque no tenemos penas acumulativas y hay un rango límite que es el de 35 años que es el que se ha pedido", señaló.
Chirre destacó que el Poder Judicial haya sentenciado a César Álvarez este martes a 8 años y tres meses de prisión por el delito de colusión agravada en el marco de la obra Chaca - San Luis vinculada al caso Odebrecht.
Detalló, en esa línea, que aún existen cerca de 20 procesos en contra de la ex autoridad regional. Recordó que dos casos en contra de Álvarez se encuentran bajo investigación de la fiscalía contra el crimen organizado.
"Hay procesos paralelos que están corriendo ya en diferentes etapas. Algunas en diligencias preliminares, otras en investigaciones preparatorias, otras tantas ya están en acusación como, por ejemplo, la Centralita que contiene gran parte de la organización criminal, hay otro proceso que se encuentra a nivel ya de juicio como es el caso Nolasco y otro proceso que también se encuentra en juicio que es el de Hilda", manifestó.
"Debo hacer la precisión de que los delitos de Nolasco y el de Hilda lo está viendo la fiscalía de crimen organizado", remarcó.
Como se recuerda, Álvarez es investigado por la presunta autoría intelectual del asesinato del ex consejero Ezequiel Nolasco Campos y del de Hilda Saldarriaga, testigo clave en el primer atentado contra Nolasco.