El Perú es reconocido como el centro de diversidad de especies de cedro (Cedrela), por contar con 10 de las 19 especies que existen en el mundo, reveló el Ministerio del Ambiente. Este género se encuentra protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre desde hace pocas semanas.
Es preciso recordar que se trata de un árbol muy apreciado desde la época de la colonia por su uso en la ebanistería y la carpintería fina, gracias a sus atributos de durabilidad y alta resistencia a los cambios de temperatura. También tiene gran valor para la industria musical, donde su madera se usa para confeccionar tapas armónicas para algunos instrumentos musicales, como en algunos tipos de guitarras.
Por todo ello, se trata de una de las maderas tropicales de mayor comercio internacional, lo que ha generado su explotación bajo modalidades de manejo que verían de acuerdo con la realidad de cada país.
Frente a esta realidad, los gobiernos aprobaron su inclusión en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites, por sus siglas en inglés) desde el 28 de agosto de este año, con el fin de regular su comercialización a nivel internacional. Dicha decisión fue adoptada por todos los países (183) que son parte de la Cites, en el marco de la Reunión de la Conferencia de las Partes 18 (CoP 18).
El Apéndice II regula el comercio internacional (exportación, importación y reexportación) y requiere de la emisión de un permiso especial otorgado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), previa opinión de la autoridad científica a través de la emisión de los “Dictámenes de Extracción No Perjudicial” (DENP). En este caso, la autoridad competente es el Ministerio del Ambiente (Minam).
Es así que, al estar incluido el cedro en el referido apéndice, se regula el comercio internacional de ciertas partes o productos derivados de su madera bajo la anotación #6 (trozas, madera aserrada, láminas de chapa de madera y madera contrachapada).
Dichas medidas de regulación están circunscritas a las poblaciones de dicha especie que existen en el territorio, que abarca desde México hasta el sur de Brasil, la totalidad de Centroamérica, el Caribe y gran parte de América del Sur.