Las autoridades peruanas se encuentran en alerta ante la posible llegada a su territorio de un derrame de 4,000 barriles de petróleo ocurrido el martes en un río de la Amazonía ecuatoriana.
El vertido, ocurrido a unos 300 kilómetros de la frontera de Ecuador con Perú, todavía no ha generado ningún impacto ambiental en el territorio peruano, informó el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) en un comunicado.
El río Coca donde se precipitó el crudo por la rotura de dos oleoductos comienza a los pies del volcán Sumaco, en Ecuador, y es un afluente del río Napo, que se adentra en Perú para desembocar en el río Amazonas, cerca de la ciudad de Iquitos, la mayor urbe de la Amazonía peruana.
De momento la corriente ha arrastrado el crudo por el territorio ecuatoriano hasta afectar a unas setenta comunidades nativas, según han denunciado algunos grupos indígenas de Ecuador.
Los oleoductos afectados a causa de un problema geológico en las inmediaciones del volcán activo Reventador son el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), además de un “poliducto” para el transporte de derivados.
En el río Amazonas ya hay actualmente otro derrame de petróleo de menor cantidad provocado por una fuga en la refinería de la ciudad de Iquitos que opera la petrolera estatal Petroperú, de acuerdo a la información de la misma empresa y del OEFA.
Una inspección realizada el jueves halló en el río "pequeños restos de hidrocarburo a la altura de un embarcadero de la comunidad Santa Clara de Ojeal", aparentemente producidas por el desborde de una poza a causa de las fuertes lluvias caídas en las últimas horas en esta región amazónica de Perú.
Los operarios de la empresa estatal procedieron a la limpieza correspondiente bajo la supervisión de inspectores del OEFA desplazados a la zona.
Los ríos de la región de Loreto, cuya capital es Iquitos, han sufrido durante los últimos años numerosos derrames de petróleo provocados por la explotación de varios yacimientos en su territorio y por fugas y sabotajes cometidos en el Oleoducto Norperuano (ONP), que bombea el crudo de esos pozos hasta el océano Pacífico.