La pandemia del COVID-19 ha doblado las muertes anuales en Perú con un incremento de 125,000 fallecidos, tras haber cerrado febrero como el mes más mortal de la emergencia sanitaria en Lima.
Desde que el coronavirus irrumpió en Perú hace ya casi un año, se han acumulado 241,000 fallecimientos por cualquier causa, más del doble que las 116,000 muertes registradas en los 12 meses anteriores, según los datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) del Ministerio de Salud (Minsa).
De esas 125,000 defunciones por encima de lo habitual, apenas 47,000 están confirmadas formalmente por COVID-19 dentro de los boletines oficiales, pues el Gobierno solo contempla aquellos casos sintomáticos confirmados con una prueba y que luego han derivado en muerte.
Solo con las muertes confirmadas por coronavirus Perú ya fue durante varios meses el año pasado el país con la mortalidad más alta del mundo por esta enfermedad.
Otros casi 15,000 decesos están catalogados por el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) como sospechosos, de los que el 87% se ha producido en hospitales y el 13% en domicilios, según precisó dos semanas atrás el ministro de Salud, Óscar Ugarte.
Mitad de las muertes, por aclarar
Sin embargo, existen otras 63,000 muertes que no se producían antes de la pandemia y que tampoco están consignadas como sospechosas de COVID-19, pero cuya causa puede ser colateral al colapso del sistema sanitario producido por la pandemia.
Por ejemplo, durante el 2020 aumentaron en más de 42.3% en Perú las muertes maternas al pasar de 302 a 430, según la Organización Panamericana la Salud (OPS), pues a causa del confinamiento muchas gestantes dejaron de asistir a sus controles prenatales y tuvieron dificultades para acceder al hospital a la hora de dar a luz.
Algo similar ocurrió con los pacientes de enfermedades raras o huérfanas, de los que el 18% experimentaron un agravamiento en su estado, de acuerdo a una encuesta de la asociación peruana Esperantra dada a conocer el pasado domingo durante el día mundial de estas patologías.
Lima sufre la peor parte
En la región de Lima, donde está la capital peruana habitada por unos 10 millones de personas, el 30% de la población nacional, el fenómeno del incremento de muertes durante la pandemia es incluso más acentuado.
En los últimos 12 meses, desde marzo del 2020 a febrero del 2021, han muerto más de 77,500 personas en el departamento limeño, más del doble de los 29,000 que se registraron en el mismo periodo de los dos años anteriores.
El exceso de fallecimientos en Lima es de unos 48,000 decesos por encima a las cifras normales de defunciones que había antes de la pandemia, de las que apenas 20,400 están consignadas por COVID-19 por el Minsa.
Febrero, el mes más mortal en Lima
Pese a tener solo 28 días, febrero acabó como el mes más mortal de toda la pandemia en Lima y el segundo con más fallecimientos a nivel nacional, producto del pico de la segunda ola de la pandemia que llevó de nuevo al colapso de los hospitales y a una escasez de oxígeno medicinal sin precedentes, por un aumento en la demanda de 300%.
En el departamento de Lima murieron en febrero unas 13,500 personas, unas 10,000 más que lo habitual en un mes anterior a la emergencia del COVID-19, y por encima de junio del año pasado, el mes más mortal del 2020 con 12,500 decesos.
A nivel nacional, en febrero se acumularon más de 29,000 muertes a por toda causa, lo que se quedó muy cerca del récord registrado en julio, que tuvo tres días más y acumuló 29,428 decesos, el triple de lo normal antes de la llegada de la pandemia.
Alrededor de 19,500 muertes producidas en febrero están por encima de los registros previos a la pandemia, cuando el número habitual de decesos para este mes solía estar antes en torno a los 10,000 fallecimientos.
El 12 de febrero, el día más funesto
El 12 de febrero se registró el récord de muertes en un solo día con 1,119 fallecidos en 24 horas reportados por el Sinadef, de los que 233 fueron a ciencia cierta por COVID-19, la segunda cifra más alta de toda la pandemia.
La diferencia entre ambas cifras también fue la mayor de toda la pandemia sobre las cifras diarias de fallecidos al reflejar un exceso de casi 800 fallecidos sobre el rango normal de defunciones en un día habitual sin coronavirus.
Este pico histórico de muertes se alcanzó en el peor momento de la virulenta segunda ola, que también provocó un récord de hospitalizaciones con casi 15,000 pacientes de COVID-19 atendidos de manera simultánea, de ellos más de 2,000 con necesidad de ventilación mecánica en unidades de cuidados intensivos (UCI).
A partir de la última semana de febrero, las cifras diarias de contagios y muertes están marcando un descenso tras prácticamente tres meses de alza ininterrumpida, lo que llevó al Gobierno a poner fin a inicios de este mes al muy laxo confinamiento que aplicó a la mayoría de la población peruana durante todo febrero.