En Perú, más de 2.7 millones de mujeres no ingresan al mercado laboral debido a que realizan trabajos de cuidado no remunerado a tiempo completo, según un último estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Las mujeres de estratos socioeconómicos más bajos D-E dedican 60% más tiempo a labores de cuidado no remunerado que aquellas de los estratos más altos, A-B.
El análisis muestra que, en el Perú, si se valorara monetariamente el trabajo de cuidado no remunerado tendría un aporte económico de más de S/ 200 mil millones, equivalente a entre el 22.6% y 23.4% del PBI en 2021.
En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la fundación alemana Friedrich Ebert Stiftung (FES), en conjunto con la Red de Organizaciones por el Derecho al Cuidado en Perú vienen trabajando en la creación e implementación de un Sistema Nacional de Cuidados que garantice una distribución más igualitaria del trabajo de cuidados entre hombres y mujeres y que reconozca la corresponsabilidad de los servicios de cuidado entre el Estado, el sector privado, la familia y la sociedad en su conjunto.
“Lo primero es concientizar que no solo existe responsabilidad desde el ámbito familiar, hay también una corresponsabilidad por parte de los estados, de cada órgano competente del gobierno”, señaló María del Pilar Sáenz Campodónico, directora de Proyectos de la Fundación Friedrich Ebert (FES).
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Sáenz reconoce que, aunque desde el Estado peruano ya existen iniciativas orientadas al cuidado, como los programas ´Cuna Más’ y ‘Pronoei’, estas iniciativas están limitadas a ciertos sectores. “Falta una mirada integral, lo que tenemos son productos y servicios aislados. Hay que recordarles a nuestras autoridades que el cuidado es un derecho fundamental porque todos tenemos derecho al cuidado, a recibir cuidados, a cuidar y al autocuidado”, apuntó.
En esa misma línea, destacó que, si no se “reconoce el cuidado como un derecho”, los distintos sectores del Estado no pueden definir sus competencias para legislar, normar y presupuestar en relación con las actividades laborales dedicadas al cuidado en el país.
Importancia del cuidado
Las inversiones en la economía del cuidado fomentan la creación de empleo decente y formal, lo que contribuye al fortalecimiento de las capacidades humanas, al crecimiento de la productividad, a la educación de calidad, a la mejora de la salud y el bienestar, así como a la igualdad de género. Esto también resulta en una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.
Pero, ¿cuáles son estas actividades estipuladas como trabajos de cuidado? El trabajo de cuidados comprende toda actividad directa o indirecta vinculada a servicios y dedicación de tiempo para el sostenimiento de la vida. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) este grupo está constituido fundamentalmente por personas trabajadoras del hogar, personas trabajadoras del sector salud y educación, y personas dedicadas al trabajo social.
Cabe precisar, que las actividades directas son aquellas que comprenden el cuidado personal y de relación, como atender a un bebé o cuidar de un familiar enfermo. En tanto las actividades como cocinar y limpiar se consideran actividades de cuidado indirecto.
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La OIT considera como trabajo a todas estas actividades de cuidado, sean éstas remuneradas como no remuneradas, directas e indirectas.
“Los cuidados representan un trabajo esencial. Sostienen la economía del país y la vida, asegurando el bienestar de las familias, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad. Sin embargo, es un trabajo históricamente infravalorado y precarizado, que debe ser reconocido y remunerado de manera justa”, enfatiza Leddy Mozombite, Secretaria General de la Federación Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar del Perú (Fenttrahop), organización miembro de la Red de Organizaciones por el Derecho al Cuidado en Perú.
Datos importantes
- Más de dos tercios de la PEI son mujeres. Del total de este grupo poblacional que no trabaja ni busca trabajo (PEI), un 70% son cuidadoras a tiempo completo, equivalente a más de 2.7 millones de mujeres.
- En el Perú al 2022 alrededor de 5 millones de personas mayores de 18 años se dedicaban al trabajo de cuidado remunerado y no remunerado a tiempo completo o como actividad principal. Más de 3.1 millones lo hacían de forma no remunerada; mientras que, poco más de 1.5 millones, lo hace de forma remunerada.
- Existe una mayor incidencia de mujeres en el grupo no remunerado, ya que el 86% de estas personas son mujeres.
- Se estima que el trabajo de cuidado no remunerado, si se valorara monetariamente, tendría un aporte económico de más de S/ 200 mil millones, lo cual representaría entre el 22.6% y 23.4% del PBI en 2021.
- El 23% de la población femenina mayor de 18 años se dedica permanentemente al trabajo de cuidados no remunerado. En el caso de los hombres, los cuidadores a tiempo completo solo representan a un 4% de su respectivo total.
- Las mujeres de estratos socioeconómicos más bajos D-E, dedican 60% más tiempo a labores de cuidado no remunerado que aquellas de los estratos más altos, A-B.
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