Desde su aula con vistas a las montañas, el profesor relata cómo los niños del pueblo, de 450 habitantes, fueron dejando el colegio y marchándose a otros con más medios y más próximos a la ciudad. (Foto: Juan Ponce | El Comercio)
Desde su aula con vistas a las montañas, el profesor relata cómo los niños del pueblo, de 450 habitantes, fueron dejando el colegio y marchándose a otros con más medios y más próximos a la ciudad. (Foto: Juan Ponce | El Comercio)

Seis niños corretean por el patio de su escuela, una escena que podría ser cotidiana si no fuera porque son los únicos del colegio de la comunidad de Huancalle, en el departamento peruano de . En esta aldea, una nueva sala tecnológica atrae a los que se marcharon y les abre una ventana al mundo.

“Es muy importante para nosotros esta conectividad que estamos teniendo de internet. Esto va a facilitar a ayudarnos e instruirnos en el avance de la ciencia y la tecnología. Hemos estado aislados del mundo”, dijo a EFE el director y único profesor del colegio de Huancalle, Ygnacio Chilo Choquemamani.

Desde su aula con vistas a las montañas, el profesor relata cómo los niños del pueblo, de 450 habitantes, fueron dejando el colegio y marchándose a otros con más medios y más próximos a la ciudad. En paralelo, otros alumnos lo abandonaron para ayudar a sus familias en las labores agrícolas.

Y ahora solo seis sillas reinan en una clase llena de poemas y libros.

El 4G lo cambió todo

El internet 4G llegó hace un año a Huancalle, pero, para que la conectividad y el cierre de brechas digitales sea efectivo, es necesario que exista un acompañamiento y educación digital.

Con este objetivo Internet para Todos, empresa creada por Telefónica de Perú, Meta, BID Invest y CAF, junto con la Fundación Telefónica y voluntarios, ha implementado un aula tecnológica en el colegio para que el internet no sea solo una realidad, sino que esté presente en el día a día de los escolares y mejore así la calidad de su educación.

“Los papás creen que la educación en la ciudad u otros lugares es mejor porque ven a un solo profesor, (así que) llevan a otros lugares a sus niños, pero con este internet que tenemos instalado en nuestra institución yo pienso que van a volver poco a poco. Yo tengo grandes esperanzas y retos para seguir adelante con mis estudiantes”, dijo ilusionado Ygnacio.

Greis, de nueve años, quiere ser enfermera, y Ángeles, de diez, afirma con rotundidad que quiere ser ingeniera química como su hermana. Las dos de la mano son las dos únicas niñas del colegio pintado en tonos lima y naranja.

La escuela parece encajada entre cerros de 4,000 metros de altura, eucaliptos e invernaderos en los que se ocultan fresas y flores. Junto a ellas, sus otros cuatro compañeros han descubierto las “tablets” que formarán parte de su aprendizaje diario a partir de ahora.

La jefa de voluntarios de Telefónica, Leyla Perea, explicó a EFE que al implementar estas aulas tecnológicas es importante que los niños, además de contar con los dispositivos, “puedan estar en un ambiente que los invite a trabajar de la tecnología de la mano” y acompañar a los docentes en la transición digital.

A partir de ahora, Antony, Liam o Ángeles podrán postularse a concursos escolares que hasta entonces no podían conocer, ver vídeos educativos y aprender idiomas o matemáticas con juegos.

Justamente Antony fue rápido en crear su perfil en la aplicación lúdica el ‘Oráculo Matemágico’, llena de juegos matemáticos, su asignatura favorita.

Perea detalló que entre las ventajas que se dan con la llegada de la conectividad a las aulas está el horizonte infinito de posibilidades para los docentes, como el acceso a nuevas metodologías, a herramientas lúdicas que puede poner en práctica en el aula, técnicas de refuerzo escolar y consultar y compartir conocimiento en redes de maestros.

Ygnacio reconoce que está acostumbrado a enseñar sin tecnología pero afirma que está listo para “aprender, volar y conocer las bondades del internet”.

Cerrar brechas sociales

El presidente ejecutivo de Telefónica en Perú, Pedro Cortez, se mostró muy contento con todos los avances logrados por la comunidad de Huancalle, un año después de la llegada de internet 4G.

En su opinión, esta herramienta “puede cambiar la vida de las personas”, ya sea a través de la educación digital o con los avances de producción que han registrado agricultores gracias a la conectividad.

“Hace tres años aproximadamente seis millones de peruanos que vivían en zonas rurales y las zonas más vulnerables no podían acceder a internet porque no teníamos un modelo sostenible, el cual sea poder llevar internet a estas zonas complicadas con una geografía difícil que tiene Perú”, explicó a EFE Cortez en la nueva sala tecnológica.

Internet para Todos, la empresa creada por Telefónica del Perú a la que se sumaron otros accionistas, instala infraestructura de telecomunicaciones en este tipo de localidades, que pone a disposición de diferentes operadores móviles como un mayorista para que así puedan ofrecer sus servicios 4G.

En los tres años de recorrido de esta iniciativa, tres millones de peruanos ya tienen la posibilidad de conectarse a internet, tres años que Cortez definió como difíciles por la pandemia, pero reconoció que les animó con más fuerza a avanzar en la cobertura en zonas rurales para que estas no se quedaran aisladas.

“Hemos avanzado muchísimo, hemos conectado a más de 15,000 centros poblados”, dijo satisfecho. Pero advirtió que aún quedan tres millones de peruanos sin conexión, un reto muy complejo porque son las personas que viven en las zonas más remotas de la geografía del país.

“Estamos confiados en que con este modelo que hemos creado vamos a dar cobertura a los peruanos que aún no tienen internet y ayudar a cerrar la brecha digital y de pobreza”, remarcó.