Inés Melchor. (Foto: Difusión)
Inés Melchor. (Foto: Difusión)

El 25 de abril está marcado a fuego en el calendario de la peruana, la mujer más rápida de la historia de Sudamérica en el maratón, pues ese día tendrá una de las poquísimas oportunidades de clasificarse para sus cuartos y últimos tras superar una dolorosa lesión.

El camino de Melchor hacia Tokio se ha vuelto una carrera de obstáculos. Después de que una hernia discal la apartase cruelmente de los , la pandemia del la ha dejado sin competiciones donde lograr la marca mínima para Tokio 2020, lo que espera conseguir el 25 de abril en Lima.

“Serían mis cuartos Juegos Olímpicos. Me gustaría estar presente ahí y competir una vez más por mi país y estar entre las quince o diez primeras”, apuntó Melchor, quien se entrena en la ciudad andina de Huancayo, situada a unos 3,000 metros sobre el nivel del mar.

“El 2020 ha sido un año casi perdido”, apuntó la fondista de 34 años después de que el largo y estricto confinamiento vivido el año pasado en Perú le obligara como a otros deportistas olímpicos peruanos a estar más de tres meses prácticamente sin entrenar.

Durante ese tiempo en el que además se contagió de COVID-19 de manera asintomática junto a casi toda su familia, Melchor no dejó de tratarse la incómoda hernia, una dolencia cuyas molestias ha conseguido controlar, aunque no prevé pasar por quirófano hasta que se retire oficialmente de las competiciones.

“Me he recuperado bastante, pero ha habido meses enteros de terapia todos los días. Tener una hernia es bastante molesto porque a veces no puedes ni caminar, pero con terapia y fortalecimiento de abdomen y columna ahora ya no siento molestias”, declaró Melchor, dueña desde 2014 del récord sudamericano de maratón con 2 horas, 26 minutos y 48 segundos.

“Si antes entrenaba seis horas al día, ahora tengo que dedicar siete horas o más entre la actividad física y el fortalecimiento. Eso me ha ayudado a mejorar”, agregó.

En ese aspecto, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos no ha sido del todo malo para la atleta nacida en la región andina de Huancavelica, vecina a Huancayo, pues en ese tiempo ha podido superar esas molestias que le acompañaron hasta el pasado octubre.

“Yo me siento este año más segura de mí misma, más concentrada y los tiempos de los entrenamientos le dan a una la confianza de conseguir la marca. Estoy contenta aunque se hayan dado algunas cosas de forma inesperada”, manifestó.

Cuando el 15 de marzo del 2020 se decretó la cuarentena nacional en Perú mientras el coronavirus se extendía por el mundo, Melchor tenía fijado conseguir la marca mínima para Tokio en el maratón de Daegu (Corea del Sur), una prueba que también fue cancelada por la emergencia sanitaria global.

No fue hasta agosto, una vez que la cuarentena se levantó en Huancayo, cuando por fin la fondista pudo volver a trotar y a retomar sus entrenamientos tras más de tres meses sin salir de casa.

“Los primeros 15 días fueron complicados porque a los 40 o 45 minutos sentías que te faltaba el aire y las piernas ya no daban, pero después ya aguantábamos hasta 20 kilómetros”, recordó Melchor.

“Una siente esa tranquilidad y libertad de poder estar en la calle corriendo, que es lo que hemos hecho toda nuestra vida y es lo que nos tiene estables emocionalmente”, agregó.

Correr en la madrugada

Desde agosto volvió a trotar en la calle a horas intempestivas para evitar cruzarse con mucha gente y cumplir con las restricciones impuestas por la pandemia.

“Cada uno de los atletas salíamos a las 4:00 o 5:00 de la mañana y a partir de octubre hemos empezado a entrenar en grupos pequeños, porque en el atletismo es necesario el apoyo mutuo de dos o tres personas en el entrenamiento”, detalló.

Sin embargo, todo esto se detuvo en seco nuevamente en febrero cuando se dictaminó un nuevo confinamiento por la segunda ola del COVID-19 que de nuevo cerró la puerta a los atletas a sus instalaciones de entrenamiento.

“Cuando se cierra todo en Huancayo no tenemos lugares para entrenar. Lo único que podemos hacer es salir de la ciudad. El sábado nos tocó fondo en Jauja, que tiene un recorrido de 13.5 kilómetros”, indicó Melchor.

“Por eso hemos pedido que nos dejen seguir entrenando porque ya tenemos competiciones establecidas y estamos con el objetivo de clasificar a Tokio”, continuó.

Barreras para viajar fuera de Perú

La atleta también demandó más apoyo a los fondistas por parte de la Federación Deportiva Peruana de Atletismo (FDPA) para hacer periodos de entrenamientos fuera del país.

“Entrenar en Huancayo es accesible, pero para mejorar aún más hay que tener campamentos fuera del país, que normalmente no los hacemos o, si lo hacemos, es un grupo pequeño”, lamentó.

No obstante, valoró que la federación peruana esté organizando el Maratón de Lima para el 25 de mayo dentro de un calendario de competiciones de preparación para este 2021, pues tampoco resulta fácil viajar a competir al extranjero en medio de la pandemia.

“En Argentina por ejemplo nos pedían tener días de cuarentena, y ya solo parar tres o cuatro días nos perjudica bastante. Europa también tiene restringidos los vuelos con varios países de Sudamérica, y por eso somos varios peruanos y sudamericanos los que apuntaremos al 25 de abril para clasificar a Tokio”, concluyó.