A partir de los 40 años, las personas que tuvieron parientes que han sufrido de glaucoma o miopía, o si son pacientes diabéticos, utiliza esteroides de manera prolongada, tiene presión intraocular elevada (hipertensos oculares), podrían ser propensos a padecer esta enfermedad. Por ello, se recomienda realizarse un chequeo oftalmológico integral, como mínimo una vez al año.
La pérdida de visión ocasionada por el glaucoma es irreversible, pero la detección temprana, el seguimiento y un tratamiento adecuado, puede proteger el buen estado de su visión. El glaucoma es una enfermedad que no tiene cura, pero se puede controlar con medicamentos, láser o cirugía, los cuales serán indicados bajo previa evaluación por su médico tratante.
Hasta la fecha, los investigadores y médicos no están seguros del motivo por el que los canales de drenaje del ojo dejan de funcionar correctamente. Se ha descartado que el glaucoma se desarrolle por leer mucho o con poca luz, por la dieta, por el uso de lentes de contacto, u otras actividades cotidianas, como el uso de las pantallas. Sin embargo, se puede asegurar que esta enfermedad no es contagiosa ni es una amenaza a la vida.
“Tiempo atrás, se pensó que la presión intraocular elevada era la causa principal del daño del nervio óptico. Sin embargo, aunque constituye un factor de riesgo, ahora se conoce que deben intervenir otros factores, debido a que las personas con presión intraocular “normal” también pueden sufrir de pérdida de visión por glaucoma”, así lo señaló Juan Carlos Izquierdo, médico oftalmólogo de Oftalmosalud.
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Síntomas del glaucoma
El glaucoma genera el aumento de la presión del fluido intraocular, lo cual ocurre lentamente y de manera progresiva. La presión ocular no tiene el mismo valor durante el día, sino que fluctúa según el paso de las horas. Suele ser mayor por las mañanas, pero sobre todo durante la madrugada.
Cabe mencionar, que la presión intraocular no presenta relación con la presión arterial como muchos creen, es decir, una persona puede tener la presión arterial elevada y la presión ocular normal y viceversa.
Mayormente, los pacientes no presentan síntomas y suelen ser un hallazgo en la evaluación oftalmológica; no obstante, es importante tener en cuenta los síntomas que se pueden presentar en algunos casos:
- Visión borrosa
- Dolor de ojos y de cabeza
- Náuseas y vómitos
- La aparición de halos color arco iris alrededor de las luces brillantes
- Pérdida progresiva de la visión
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Terapia para combatir el glaucoma
Actualmente, se cuenta con la terapia láser selectiva (SLT), que consiste en el uso de un sistema láser avanzado para dirigirse exclusivamente a célular, encontradas en el sistema de drenaje natural de nuestro ojo (malla trabecular).
“Luego de este procedimiento, la presión ocular puede disminuir hasta un 30% si se utiliza como terapia inicial, este resultado puede verse afectado si el paciente ha estado utilizado de larga data medicamentos tópicos para el glaucoma. Tiene una duración promedio entre 1 a 5 años y, en algunos pacientes, más que eso. El SLT no es una cura para el glaucoma, sino que es una de las muchas herramientas para mantenerlo bajo control”, así lo precisó el Dr. Juan Carlos Izquierdo, médico oftalmólogo de Oftalmosalud.
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