La Unesco decidió hoy incluir al observatorio solar y centro ceremonial de Chankillo, en Perú, en la Lista del Patrimonio Mundial.
La cuadragésimo cuarta sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco -con sede en la ciudad suroriental china de Fuzhou, aunque se celebra mayoritariamente de manera virtual- aprobó la candidatura peruana, que se convierte así en la entrada número 13 del país en la lista.
Los investigadores apuntan a que en el complejo arqueológico de Chankillo se llevaron a cabo observaciones astronómicas directas entre los años 500 y 200 antes de Cristo, siguiendo el movimiento anual del sol para regular festividades religiosas y otros eventos estacionales.
Situado cerca de la costa, a unos 365 kilómetros al norte de Lima, el observatorio se distribuye en tres sectores que cubren unos cuatro kilómetros cuadrados en los que se hallan trece torres, un templo circular y una plaza, construidos con tierra y barro.
De él, las autoridades del país andino destacan que es “único a nivel mundial” debido a que, a diferencia de otros antiguos observatorios, Chankillo abarcaba la totalidad del ciclo solar anual.
La candidatura estaba pendiente desde 2020, cuando la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se vio forzada a cancelar su cita anual por las condiciones sanitarias mundiales derivadas de la pandemia.
Eso supuso que la cuadragésimo cuarta sesión del Comité del Patrimonio Mundial se convirtiese en una versión extendida en la que no solo se evalúan las candidaturas del año en curso, sino también las que no se pudieron juzgar en 2020.
Hasta hoy, Perú contaba con doce lugares reconocidos en la Lista del Patrimonio Mundial.
Los primeros en ser incluidos en el listado fueron la Ciudad del Cuzco y el santuario histórico de Machu Picchu, ambos en 1983, y el último en entrar fue el sistema vial andino Qhapaq Ñan (2014), candidatura compartida con otros países de la región.